21 nov 2025
En la vida real ocurren situaciones que superan la imaginación de cualquier guionista de Netflix y, además, generarían incontenibles carcajadas si no ocurrieran en contextos dramáticos y de inseguridad.
En los últimos días la ministra de Seguridad Patricia Bullrich lanzó una convocatoria para la nueva carrera de Investigador del Delito en la Policía Federal Argentina (PFA) con un llamativo cartel que permitió pensar que se trataba de un mal chiste o un hackeo a los perfiles de las redes sociales oficiales, pero a las pocas horas se confirmó que el llamado era verdadero.
Cuando parecía que la caricatura de la ministra sería insuperable, la Policía bonaerense salió a escena con un golpe de realidad en el partido de Merlo.
Tres sujetos que eran perseguidos por un par de patrullas en un auto con pedido de secuestro, sacaron provecho del abandono político de la fuerza de seguridad provincial y culminaron la evasión a la carrera.
Todo ocurrió la tarde del martes, alrededor de las 15, en la calle Gavilán, a pocos metros de la Av. Balbín, en la localidad de Mariano Acosta. Los delincuentes escapaban en un auto robado y cuando se vieron rodeados por los dos móviles, el conductor realizó una mala maniobra y chocó el vehículo contra un árbol.
El efectivo de la primera patrulla frenó el móvil junto a la puerta del conductor para evitar la huida por ese lado, pero la segunda camioneta se aproximó tarde y permitió la fuga de los sujetos por la puerta del acompañante.
Lo que ocurrió a continuación exculpa a los efectivos de cualquier mal accionar y pone la lupa sobre las autoridades políticas y policiales.
En el video incluido en esta nota se observa que en cada uno de los móviles viajaba solo un uniformado cuando reglas no escritas establecen que al menos sean dos. También se visualiza que el efectivo que podría haber seguido a los sospechosos desistió, obligado, porque no contaba con apoyo para un eventual enfrentamiento armado: el compañero de la segunda patrulla permanecía encerrado en el habitáculo con la puerta trabada por una falla.
Luego de observar esta descripción, escases de personal y estado paupérrimo de una herramienta fundamental para brindar seguridad, es imposible considerar que el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Intendente Gustavo Menéndez estén interesados en combatir el delito.
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