17 nov 2025
El municipio bonaerense de Pinamar, que dirige el intendente Juan Ibarguren, oficializó por decreto y por la madrugada la salida de Norma Beatriz Watson, exjefa del área de Tesorería, quien carga con una denuncia penal por un presunto robo millonario.
Según la causa judicial, se acumuló contra la funcionaria un material que ya es casi cine documental: 11 videos, grabados entre el 24 de enero y el 4 de febrero, donde se la ve tomando fajos de dinero y guardándolos en su cartera mientras cumplía sus funciones públicas.
La acusación incluye además un catálogo completo de irregularidades: maniobras contables adulteradas, diferencias de caja, doble registración de ingresos y uso creativo de la cuenta “Ingresos Pendientes”, que al parecer funcionaba más como un limbo administrativo que como una herramienta contable.
La justicia intenta determinar el alcance económico del presunto ardid, pero no logra precisar desde cuándo se habría extendido. Lo único claro es que se trata de cifras millonarias, una palabra que en Pinamar ya suena a estribillo recurrente.
Cuando las imágenes se viralizaron, la identidad de la mujer se conoció enseguida: Norma Watson, 59 años, más de 30 de antigüedad municipal, algunas sanciones pecuniarias en su legajo y, según algunos, a punto de jubilarse.
La defensa de Watson, por su parte, ofreció una explicación digna de guion cinematográfico: que el dinero era suyo y que, por la inseguridad en Pinamar, prefería llevar encima todos los días lo que para cualquier otra persona sería una fortuna.
Desde la comuna culpan a la fiscalía y a la Policía Federal por no detener a la funcionaria al salir del edificio municipal, culpa que fue transmitida a través del “vocero” del intendente, Diego Andrés Uribe.
De esta manera, se espera a que la Justicia avance con las investigaciones y se determine el grado de responsabilidad de Watson frente a las acusaciones en su contra. Sumado a ello, se espera por la palabra oficial del jefe comunal, dado que el distrito atraviesa una delicada situación económica y está en juego el dinero de todos los pinamarenses.
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