1 dic 2025
Los fines de semana los delincuentes y los rateros no se toman descanso en la ciudad serrana de Tandil y en los primeros minutos del sábado quienes los padecieron fueron los propietarios de "La Despensa", un concurrido supermercado que permanece abierto hasta entrada la madrugada.
Un sujeto que merodearía seguido por el barrio, ingresó al local ubicado en Intendente Dufau y Pasteur donde, de manera simpática, le pidió a la empleada que le llene una botella con agua. En el salón también se encontraba una pareja recorriendo las góndolas y con esa tranquilidad la encargada accedió al pedido.
El rastrero no perdió tiempo y manoteó las tabletas grandes de chocolate Milka pero una se le cayó y cuando las pretendía esconder bajo el abrigo, se percató que la clienta lo observaba. El caradura sonrió y acomodó la mercadería, aunque reiteró y concretó la maniobra cuando la joven ya no lo vigilaba.
Instantes después el malandra abandonó "La Despensa" con la botella cargada de agua y más de 70 mil pesos de chocolates escondidos en los pantalones.
Luego de esta situación los propietarios del comercio tomaron la decisión de protegerse y también evitar costosas pérdidas: a pesar que puede generar malestar a los verdaderos clientes, desde el domingo despachan a puerta cerrada y por una pequeña ventana.
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