13 nov 2025
Con las negociaciones en marcha por el Presupuesto 2026, la discusión en la Legislatura bonaerense comenzó a tomar temperatura. En la sexta sesión ordinaria del año, la “ley de leyes” enviada por el gobernador Axel Kicillof tomó estado parlamentario y abrió el juego a una serie de reclamos por parte de las distintas tribus de la oposición, que ya anticiparon sus condiciones para acompañar el paquete fiscal del Ejecutivo.
El proyecto, que incluye además la Ley Impositiva y un pedido de endeudamiento por hasta USD 3.865 millones, requerirá de los dos tercios de los votos en ambas cámaras para ser aprobado. Esto obliga al oficialismo a negociar con los bloques opositores, que ya comenzaron a delinear sus exigencias en torno a los impuestos, la distribución de fondos a los municipios y las facultades delegadas al Ejecutivo provincial.
Desde la Coalición Cívica, el diputado Luciano Bugallo marcó una de las posturas más duras. En diálogo con la prensa, sostuvo que su espacio está dispuesto a debatir la aprobación del Presupuesto, pero advirtió que exigirá eliminar las facultades delegadas a ARBA y al Ejecutivo. “No puede ser que la Legislatura relegue sus potestades a un organismo que después define aumentos encubiertos, como la quinta cuota que vino con un 100% de suba”, remarcó.
Bugallo también apuntó contra la discrecionalidad en el manejo impositivo, al considerar que la Ley Impositiva debe servir para “recuperar el rol de control de la Legislatura” y evitar que el Ejecutivo avance por decreto en materia tributaria. Aun así, reconoció la necesidad de que la provincia cuente con un presupuesto, ya que actualmente gobierna con una prórroga desde 2023.
Desde el GEN, la diputada Natalia Dziakowski celebró que el proyecto no contemple fuertes aumentos impositivos, y dijo que da “previsibilidad al productor bonaerense”. Sin embargo, expresó su preocupación por el nivel de endeudamiento y la baja proporción de fondos destinados a los municipios, que apenas representa el 8% del total. “Hay distritos chicos que necesitan más apoyo de la Provincia”, advirtió.
La legisladora también reclamó que el Ejecutivo brinde detalles sobre el destino del Fondo de Recupero de Deuda Nacional y la distribución de los recursos para obras locales. En ese sentido, pidió conocer las partidas asignadas a Bahía Blanca para la reconstrucción tras las inundaciones sufridas en marzo, y remarcó que el presupuesto “debe ser una herramienta de control para los legisladores y la ciudadanía”.
Desde el monzoísmo, Silvina Vaccarezza coincidió en la necesidad de discutir los tributos. La diputada planteó revisar la escala de Ingresos Brutos, que no tuvo actualizaciones y podría impactar en pymes y contribuyentes particulares. También pidió modificaciones en el Impuesto Inmobiliario Rural y Urbano, que según señaló, “mantienen estructuras desactualizadas que terminan generando inequidades”.
Por su parte, la radical Belén Malaisi valoró el ingreso individualizado del paquete de leyes impulsado por Kicillof y se mostró abierta al diálogo. “Es nuestro deber dar tranquilidad al Ejecutivo, al Gobernador y a los intendentes de los 135 distritos. No se puede estar un año más sin presupuesto”, expresó, aunque advirtió que “hay aspectos que deben mejorar y conversarse” durante el plenario de comisiones previsto para la próxima semana.
La Libertad Avanza, en cambio, se posicionó como el bloque más crítico. El legislador Guillermo Castello rechazó de plano el pedido de endeudamiento y planteó que “no puede usarse para pagar gastos corrientes”. Propuso reducir el gasto público mediante la baja de ministerios, la privatización del Astillero Río Santiago y un recorte en la Defensoría del Pueblo, a la que calificó como una “estructura elefantiásica”.
Con los proyectos en manos de las comisiones de Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Legislación General, el oficialismo deberá tejer acuerdos finos para alcanzar los votos necesarios. En el Senado le faltan diez adhesiones y en Diputados, al menos veintisiete. Mientras tanto, la oposición mantiene firme su mensaje: el Presupuesto 2026 podrá aprobarse, pero no sin antes rediscutir las reglas de gasto, endeudamiento y control que regirán el año político que viene en la provincia de Buenos Aires.
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