Sin Cristina Kirchner, un grupo de intendentes impulsan a Kicillof como relevo del PJ

En tiempos de definiciones, el peronismo volvió a mover fichas en la noche del martes, cuando una veintena de intendentes de distintas provincias se reunió en el restaurante El Mangrullo, en Ezeiza, para analizar la coyuntura política y económica y comenzar a proyectar a Axel Kicillof como una referencia nacional, en un encuentro deliberadamente ajeno a Cristina Fernández y Máximo Kirchner.

La cena funcionó como un espacio de balance de fin de año, pero también como una señal política concreta en medio de la crisis de liderazgo que atraviesa el PJ. La provincia de Buenos Aires volvió a ser el epicentro de una discusión que excede lo local y busca instalar una alternativa de conducción con proyección federal.

El anfitrión fue el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, quien junto a referentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) recibió a jefes comunales de diferentes puntos del país, muchos de ellos vinculados a la Federación Argentina de Municipios (FAM), entidad que el propio Espinoza preside.

Entre los presentes se destacaron el ministro bonaerense Gabriel Katopodis; el exintendente de Florencio Varela, Julio Pereyra; y los mandatarios Gustavo Barrera (Villa Gesell) y Francisco Echarren (Castelli). También participaron intendentes de Córdoba, La Rioja, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe, lo que le dio al encuentro un marcado tono federal.

Durante la primera parte de la reunión, los dirigentes hicieron un repaso del estado de situación en cada distrito, atravesados por el impacto del ajuste impulsado por el presidente Javier Milei. Coincidieron en que la crisis económica golpea con fuerza a los municipios y que el horizonte hacia 2026 aparece cargado de incertidumbre.

“Fue una reunión privada de balance y desafíos para los municipios y la FAM”, deslizó una de las voces consultadas. Otros participantes remarcaron el clima distendido del encuentro, aunque admitieron que el trasfondo político estuvo presente desde el inicio.

En ese marco, la figura de Axel Kicillof ocupó un lugar central. Los intendentes avanzaron en la idea de ordenar y nacionalizar el crecimiento político del Gobernador bonaerense, con presencia territorial en las provincias representadas en la mesa.

“Queremos que Axel empiece a caminar el país con una estructura propia”, explicó uno de los asistentes, que no dudó en marcar distancia con La Cámpora. “Cristina no está en el proyecto”, sentenció, dejando en claro que la apuesta apunta a una renovación del liderazgo peronista.

La cena se dio en paralelo a una intensa agenda de Kicillof, que ese mismo día se reunió con varios gobernadores peronistas y firmó un documento crítico contra el modelo de ajuste del Gobierno nacional, reforzando su perfil opositor y su proyección nacional.

En ese comunicado, los mandatarios reclamaron una Argentina “federal e inclusiva” y denunciaron el impacto de las políticas nacionales sobre las provincias, especialmente por la paralización de la obra pública y el recorte de recursos.

Mientras tanto, en el plano terrenal, en la provincia de Buenos Aires también se reconfigura la interna del PJ. Los intendentes alineados con Kicillof evalúan impulsar a Verónica Magario para disputar la conducción partidaria y desplazar a Máximo Kirchner del control del PJ bonaerense.

Con elecciones internas en el horizonte y una posible renovación de autoridades entre febrero y marzo, el MDF acelera su armado territorial y federal. El mensaje que dejó la cena en Ezeiza fue claro: sin CFK en el radar, un sector del peronismo ya empezó a construir su próximo liderazgo.