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Perlitas del lunes

Los tres episodios de la Sesión Preparatoria del Senado: abrazo, pelea por la vicepresidencia y las internas a full

El peronismo no logró consensuar quién ocupará la vicepresidencia del Senado, el tercer lugar en la línea sucesoria. Mientras Berni, Ishii y el kicillofismo se disputan el cargo, Carlos Kikuchi seguirá en el puesto hasta nuevo aviso, en medio de un clima de tensión y desconfianza dentro del oficialismo. Abrazo entre Pareja y Romo, y más.

9 dic 2025

En una jornada marcada por la falta de consensos internos y un clima peculiar, el peronismo bonaerense no logró acordar quién ocupará la vicepresidencia del Senado provincial el lunes 8 de diciembre en La Plata, por lo que Carlos Kikuchi, el único vicepresidente que continúa en funciones, se quedará en el cargo al menos hasta marzo, debido a la disputa entre los sectores que pugnan por ese puesto clave en la línea de sucesión.

La definición quedó trabada durante la Sesión Preparatoria, cuando tras la jura de los nuevos senadores y la votación de las licencias de Gabriel Katopodis y Diego Valenzuela, Sergio Berni pidió un cuarto intermedio “sin hora”, confirmando que no había acuerdo para avanzar con la renovación de autoridades en la Cámara Alta. En paralelo, a las afueras de la Legislatura ocurrieron una serie de incidentes entre militantes mientras ocurría el acto y en medio de la disputa del clásico platense.

El rol en disputa no es menor: la vicepresidencia del Senado implica presidir el cuerpo en ausencia de Verónica Magario y posiciona a su titular como tercero en la línea sucesoria de la Provincia. Además, contempla recursos, estructura y poder de gestión dentro de la Legislatura, por lo que se convirtió en un botín central de la interna peronista.

Los nombres que pelean por ese lugar son de peso propio: Sergio Berni, Mario Ishii y una tercera alternativa impulsada por el propio kicillofismo, que promueve a Ayelén Durán. La indefinición expuso nuevamente las tensiones entre el sector alineado con Axel Kicillof y el cristinismo, que reclama mantener los espacios que controlaba antes de la renovación parlamentaria.

La vicepresidencia le corresponde al peronismo según el reparto interno de poder, pero la falta de un acuerdo mayoritario obligó a dejarla en manos de Kikuchi, el único entre los seis vicepresidentes que continúa su mandato. Los otros cinco cargos caducaron con el cierre del período legislativo anterior. A su vez, La Libertad Avanza no se libera de las internas debido a que en Diputados, había ocurrido un episodio de tensión que derivó en discusiones subidas de tono. Sin embargo, en Senado, se produjo la reconciliación entre Sebastían Pareja y Agustín Romo, donde ambos se dieron un abrazo.

En el bloque de Unión por la Patria, que ahora cuenta con 24 bancas, la pelea se volverá a dar puertas adentro: quien consiga más adhesiones será quien finalmente ocupe el cargo. Pero la incidencia de Magario, presidenta del Senado y figura cercana a Kicillof, agrega un condimento central, ya que la vicegobernadora no quiere saber nada con que Berni quede al frente de la vicepresidencia.

El antecedente de Berni también pesa en la discusión: ya ocupó ese cargo en 2012, cuando Gabriel Mariotto era vicegobernador. En aquel entonces, incluso lo mantuvo mientras estaba de licencia debido a su rol como secretario de Seguridad de la Nación, lo que genera resistencias internas dentro del propio peronismo.

Mientras tanto, el cristinismo reclama que se respete el “status quo” previo a la renovación de la Cámara. Argumentan que, al igual que ocurrió durante los últimos años, ese lugar debe quedar en manos de un dirigente del espacio de Cristina Kirchner. El kicillofismo, en cambio, acusa al sector de querer quedarse con “todas las sillas” sin negociar.

La falta de acuerdo no sorprende en un escenario donde las tensiones entre ambos espacios del peronismo son cada vez más visibles. Venían de un enfrentamiento reciente por la presidencia de Diputados, donde el intento del kicillofismo de quedarse con la conducción legislativa terminó en una dura derrota interna.

Con la vice del Senado trabada, la Legislatura bonaerense abre un nuevo capítulo en la interna del oficialismo, que deberá resolver antes de marzo cómo reacomoda su tablero de poder sumado a la disputa por el PJ Bonaerense. Hasta entonces, Kikuchi seguirá ocupando el lugar que nadie, al menos por ahora, logra conquistar sin romper la frágil unidad peronista.

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