El PRO respondió críticas por apoyar al endeudamiento de Kicillof y negó beneficios en el Bapro

En medio de una fuerte escalada de críticas por parte de La Libertad Avanza (LLA), el bloque de diputados bonaerenses del PRO salió a defender su voto a favor en general del endeudamiento por USD 3.400 millones solicitado por el gobernador Axel Kicillof. También negaron haber ampliado su presencia en el directorio del Banco Provincia (Bapro), tras las acusaciones de un supuesto “pacto” con el oficialismo.

A través de un comunicado, los legisladores amarillos remarcaron que no acompañaron la creación de nueva deuda, sino la refinanciación de compromisos previos. Señalaron que aprobar el “rollover” era necesario para garantizar estabilidad financiera, al tiempo que calificaron de “irresponsable” cualquier intento de bloquear la herramienta.

El respaldo general al proyecto dejó una excepción en el artículo 1, que habilita la toma de USD 1.035 millones sin un detalle específico de aplicación. Durante la sesión, el diputado Agustín Forchieri reclamó un anexo que definiera qué obras se financiarían, postura que mantuvieron para justificar su voto en particular.

Sin embargo, el clima se tensó cuando el titular de LLA bonaerense, Sebastián Pareja, denunció un “pacto obsceno” en la Legislatura por la designación de cargos en el Bapro. El señalamiento apuntó especialmente al rol del PRO, luego de que se confirmara que Matías Ranzini y Adrián Urreli ocuparán nuevos espacios dentro del organigrama de la banca pública.

Los legisladores del PRO respondieron que no se trató de una ampliación en su representación, sino de la renovación de los lugares que históricamente le corresponden a la oposición. Aseguraron que la pluralidad en organismos constitucionales es indispensable para garantizar controles y rechazaron que existiera cualquier negociación política por fuera de lo público.

La polémica se profundizó debido a la interna entre aliados, en particular por la continuidad de Santiago Nardelli, dirigente cercano a Patricia Bullrich, lo que desplazó a referentes de LLA dentro del esquema del Banco Provincia. Ese movimiento alimentó las acusaciones libertarias sobre un acuerdo entre el PRO y el oficialismo.

Con el nuevo organigrama sancionado, el directorio del Bapro pasó de ocho a nueve miembros e incorporó vocales asociados y una sindicatura. Tras estos cambios, y una vez destrabado el debate por el endeudamiento, el PRO acompañó la iniciativa junto con otros bloques de la oposición, cerrando una sesión que dejó fuertes repercusiones políticas.