Lo que dejó la Sesión Preparatoria 2025 en la Legislatura bonaerense: tertulia, roces y mucha tensión

La sesión preparatoria 2025 en la Cámara de Diputados bonaerense dejó expuestas con crudeza las tensiones entre los distintos espacios políticos. Mientras el peronismo terminó de cerrar una interna que se arrastraba desde hace semanas, los libertarios protagonizaron un episodio de cruces en plena jura, y la UCR vivió sus propias diferencias internas sobre el rol que deben asumir en la Legislatura provincial.

Tal como mencionó CRONOS, en el peronismo, el eje de la disputa pasó por la definición de la presidencia de la Cámara. La Cámpora impulsaba el regreso de Alejandro Dichiara al frente del cuerpo, mientras que el massismo apostaba por la continuidad de Alexis Guerrera en la vicepresidencia estratégica. A esa pelea se sumó la presión de Mayra Mendoza, acompañada por sectores camporistas, para que se la considerara como posible presidenta del cuerpo.

El kicillofismo, por su parte, intentó terciar en la tensión con la propuesta de Mariano Cascallares, lo que sumó otro capítulo a la disputa por cargos y lugares de poder en la Legislatura. El gobernador Axel Kicillof buscó equilibrar fuerzas, consciente de que necesitaba del acompañamiento de todos los sectores del peronismo para encarar la negociación mayor: el endeudamiento provincial que se votará en las próximas horas.

Finalmente, tras una serie de discusiones que se estiraron hasta último momento, el peronismo selló un acuerdo que dejó a Dichiara como presidente del cuerpo, a Guerrera garantizando su continuidad en un rol de peso y, de manera interna, a cada sector con un espacio propio que permitió bajar la tensión en la previa a la votación clave para el Ejecutivo.

Sin embargo, mientras el peronismo exhibía su propio juego de tensiones, los libertarios protagonizaron uno de los momentos más polémicos de la jornada. En medio de la jura, y ante los cánticos de militantes peronistas desde los palcos, el diputado libertario Rubén Malo reaccionó con violencia, intentando forcejear con una militante. El episodio escaló rápidamente y derivó en empujones y gritos, lo que obligó a detener momentáneamente la ceremonia. En el medio de la disputa aparecieron Sebastián Pareja y Agustín Romo para calmar las aguas turbulentas

La tensión libertaria no fue solo física. Desde el bloque también cuestionaron la legitimidad del proceso de designación de autoridades y denunciaron acuerdos “a espaldas de la sociedad”, en referencia al pacto interno del peronismo. Además, dejaron en claro que no acompañarán el endeudamiento solicitado por Kicillof, anticipando un escenario legislativo más complejo para el oficialismo.

En la vereda opuesta, la UCR llegó a la sesión con una interna más silenciosa pero igualmente significativa. Mientras un sector radical apuesta por un rol opositor duro frente al Gobierno provincial y a la conducción peronista de la Cámara, otra parte del bloque sostiene la necesidad de sostener acuerdos parlamentarios estables para no quedar aislados en el nuevo mapa político.

La discusión en la UCR se profundizó ante la presión del PRO y otros sectores del espacio opositor que buscan marcar diferencias más contundentes con el peronismo. Algunos dirigentes radicales reclaman mayor protagonismo en la negociación por cargos y comisiones, mientras otros temen que confrontar abiertamente los deje sin incidencia en un parlamento que se reconfigura con nuevos actores.

En este escenario, la sesión preparatoria terminó funcionando como una radiografía del momento político bonaerense. El peronismo mostró su capacidad para contener tensiones internas, pero al costo de negociaciones intensas que expusieron la puja por espacios de poder. Los libertarios dejaron ver un bloque más confrontativo y con dificultad para adaptarse al clima legislativo. Y la UCR evidenció su debate estratégico sobre cómo posicionarse en un tablero dominado por el peronismo y por la creciente presencia libertaria.

Con la presencia de CRONOS Noticias, el clima en la Legislatura también se vio atravesado por un operativo de seguridad reforzado. Los pasillos y accesos se llenaron de militantes, asesores y funcionarios que buscaban información minuto a minuto sobre los acuerdos que se iban tejiendo. Hubo momentos de tensión en los ingresos y en la salida del estacionamiento, lo que contribuyó al clima caótico de la jornada.

Un detalle que no pasó desapercibido fue la presencia de pasacalles y militancia de apoyo a distintos dirigentes, lo que convirtió la jornada legislativa en una especie de acto político paralelo. Entre los más destacados estuvo el diputado platense Juan Malpeli, reelecto y acompañado por una visible estructura de apoyo.

Con la elección de autoridades saldada y las internas parcialmente ordenadas, todos los sectores saben que el verdadero desafío se dará este miércoles, cuando se trate el endeudamiento solicitado por Kicillof. La votación pondrá a prueba el equilibrio de fuerzas y revelará hasta qué punto las negociaciones de la sesión preparatoria lograron realmente encauzar la convivencia política en la Legislatura bonaerense.