2 oct 2025
Con las elecciones del 26 de octubre en el horizonte inmediato, en la Casa Rosada ya trabajan en una reconfiguración del Gabinete nacional que marcaría el inicio de la segunda etapa de la gestión de Javier Milei. Según fuentes cercanas al Presidente, el rediseño incluiría no solo cambios de nombres, sino también una revisión del sentido y estructura de algunas carteras. El objetivo: relanzar el gobierno con mayor eficiencia operativa, control político interno y una nueva estrategia de diálogo con el Congreso y los gobernadores.
Las salidas de Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa) parecen casi definidas. Ambos dirigentes ingresaron al Gabinete luego del Pacto de Acassuso como gesto hacia Juntos por el Cambio, pero ahora retornarán a sus bancas legislativas para encarar sus respectivos proyectos electorales: Bullrich con la mirada puesta en la Ciudad de Buenos Aires y Petri en Mendoza. En la mesa chica libertaria aseguran que Milei no les pidió que continúen, y que tampoco hubo una solicitud por parte de ellos para quedarse.
La partida de Bullrich, sin embargo, no pasa desapercibida. Con altos niveles de imagen positiva a nivel nacional, su alejamiento también podría responder a razones políticas más profundas. En el oficialismo hay quienes consideran que su proyección y autonomía dentro del Gabinete comenzaron a incomodar. Aun así, Milei quiere retener su peso político en otro ámbito clave: el Senado. Allí podría convertirse en presidenta provisional de la Cámara Alta, ubicándose segunda en la línea de sucesión presidencial y funcionando como voz libertaria en un Congreso adverso.
Otro cambio anticipado es el del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Su salida estaba prevista desde hace semanas, pero se postergó por los tiempos de implementación del nuevo Código Procesal Penal Federal en Comodoro Py. En tanto, el vocero presidencial Manuel Adorni también dejará su rol actual para asumir como legislador porteño, aunque se especula con su regreso a funciones ejecutivas de forma no formalizada. La Secretaría de Comunicación quedará a cargo del periodista Javier Lanari.
En cuanto a los posibles reemplazos, Milei apuesta por figuras de extrema confianza personal o de trato previo. Bajo esa lógica, suena el nombre de Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredón, como potencial ministro de Justicia. Montenegro tiene antecedentes en la cartera de Seguridad y Justicia de CABA durante el gobierno de Macri, y fue uno de los pocos dirigentes afines que ganó su sección electoral en las elecciones bonaerenses. Incluso se especula con una posible fusión entre Justicia y Seguridad a nivel nacional.
La redefinición del Gabinete también busca fortalecer el diálogo político. Desde el entorno de Santiago Caputo consideran que el próximo paso es consolidar acuerdos con los gobernadores, mientras que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya comenzó a tejer puentes con Mauricio Macri. El expresidente, incluso, habría pedido a Milei una serie de cambios ministeriales para apuntalar áreas sensibles en las provincias, como Transporte y Obras Públicas. La Secretaría de Energía, actualmente en manos de María Tettamanti, una técnica del riñón del PRO, fue el único cargo que Macri logró colocar hasta ahora.
Por último, y no menos importante, existen tensiones internas dentro de la propia mesa política libertaria. Aunque Milei negó públicamente roces entre Karina Milei y Santiago Caputo, distintas fuentes señalan que el esquema actual solo se sostiene por la figura del Presidente. De cara a la segunda mitad del mandato, se espera una redefinición de roles dentro del “triángulo de hierro” que hoy gestiona el poder. El relanzamiento de la gestión dependerá no solo de los nombres que se elijan, sino también de la capacidad del oficialismo de ordenar sus propias filas.
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