En las últimas horas, se dio a conocer la decisión de Sergio Massa respecto a la suspensión del congreso del Frente Renovador que estaba pactado para el viernes 22 de marzo. Las tensiones con Kicillof y su tropa han adquirido un rol protagónico, por lo que el tigrense busca evitar que se superponga con la reunión del Partido Justicialista.
Según pudo saber CRONOS, las rispideces vienen en aumento desde hace algunas semanas y la decisión de quitarle el control de Aubasa al massismo marcó un punto de quiebre.
Allegados al ex ministro de Economía afirmaron que no se esperaba esta noticia por parte del gobierno provincial. En esa línea, destacaron que se venían dando algunos gestos positivos entre Massa y Kicillof para dejar en el olvido los conflictos de los últimos meses.

Es importante recordar que las tensiones entre el massismo y el gobierno provincial salieron a la luz cuando el Frente Renovador decidió ausentarse en la Cámara de Diputados bonaerense. Los motivos son varios, aunque principalmente estaban molestos por la elección de autoridades para el segundo período de Kicillof.
De igual manera, en los pasillos del Frente Renovador, insisten que el malestar tomó forma cuando Malena Galmarini se quedó sin un cargo (iba a formar parte del Banco Provincia) y el massismo se sintió mal compensado.
Ante el congreso del PJ, que busca definir su camino tras la licencia de Alberto Fernández, el massismo decidió postergar su encuentro con la excusa formal de que muchos de sus integrantes son congresales del Partido Justicialista y se ven obligados a asistir.