Después de denunciar que su baja como candidata no se trataba de un “renunciamiento ni autoexclusión”, sino que era “proscripción”, y a pesar del pedido de muchos dirigentes de que se mantenga al frente del proyecto peronista, Cristina Fernández de Kirchner pidió que “tomen su bastón de mariscal” y sean protagonistas del espacio.
"Ni renunciamiento ni autoexclusión, es proscripción", sostuvo la vicepresidenta en su discurso en Avellaneda. Además, agregó: "Esa estrategia de proscripción no es nueva, es un acto de disciplinamiento hacia el conjunto de la dirigencia política argentina".
En este sentido, la dos veces presidenta reflexionó: "El miedo es un gran disciplinador de la dirigencia política". Por su parte, a su turno de hablar, Axel Kicillof, gobernador bonaerense, quien formó parte del acto, le hizo un pedido a CFK: “A vos Cristina te necesitamos para seguir avanzando con los derechos al futuro”.
En este sentido, Cristina profundizó: "No hice el renunciamiento, anuncié que yo no iba a someter a la fuerza política nuestra a llevar de candidata a alguien que le dijeran 'está condenada' y de esta manera ser absolutamente funcional a lo de ellos".
Por lo tanto, hizo un pedido a los dirigentes y militantes del peronismo, llamándolos a que “saquen su bastón de mariscal que tienen en la mochila. No pidan permiso a nadie”.
De esta manera, expulsó un mensaje al peronismo y kirchnerismo para que sus diferentes figuras ganen protagonismo y puedan formar liderazgos fuertes de cara a las próximas elecciones y a seguir teniendo la conducción nacional, ya casi descartada la posibilidad de que la expresidenta se vuelva a presentar.
"No es esto contra mí ni contra Cristina, es contra el peronismo", concluyó la mandataria.