13 oct 2025
La Policía de la Ciudad detuvo a dos empleados de un frigorífico ubicado en el barrio de Mataderos, que en los últimos ocho meses habrían robado millones de pesos en mercadería. Los señalados contaron con la ayuda de los hijos, uno de ellos propietario de una carnicería donde se comercializaba parte de lo sustraído.
La investigación que realizó la División Defraudaciones y Estafas, comenzó con la denuncia de los propietarios de un comercio que funciona en el cruce de las calles Rodó y Timoteo Gordillo, en Mataderos.
Los damnificados aseguraron que durante varios meses registraron pérdidas significativas en la contabilidad del negocio.
La sospecha de los denunciantes apuntaba a empleados infieles y por ello los detectives iniciaron las pesquisas con el análisis de las imágenes registradas por cámaras de seguridad internas y externas. Además, realizaron discretas tareas de vigilancia al local que suele trabajar durante la madrugada.
Como resultado de las mencionadas tareas, los oficiales corroboraron que los robos los realizaban a primera hora con la colaboración de un comprador. Los investigadores confirmaron que dicho cliente habitual era hijo de uno de los empleados y a él le entregaban mercadería por mucho más valor del que figuraba como vendido en los libros contables.
De acuerdo a las estimaciones preliminares, cuando realizaban la maniobra le sustraían al frigorífico entre 100 y 300 kilos de mercadería, lo que equivale a unos 800 mil pesos.
Luego de analizar los datos colectados por los investigadores, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35 ordenó seguir las investigaciones con las que se confirmaron que la mercadería era transportada en dos camionetas tipo utilitario, las que carecían de refrigeración para conservar materias alimenticias frescas.
Las carnes, achuras y embutidos robados eran distribuidos en distintas carnicerías de la Ciudad y del Conurbano, una de las cuales era propiedad de uno de los implicados.
Finalmente, con la aprobación del magistrado interventor y durante una de las estafas en proceso, los oficiales siguieron a la camioneta Fiat Fiorino en la que se desplazaban los compradores que, además, eran los hijos de los dos empleados infieles.
El vehículo fue interceptado a metros del frigorífico y en el lugar los investigadores pesaron las achuras que transportaban. Durante el procedimiento se confirmó que la factura detallaba menos cantidad de mercadería que la hallada.
Por orden del Juzgado personal de Defraudaciones y Estafas allanó el frigorífico y arrestó a los empleados implicados. Además incautaron la camioneta, mercadería, dinero, teléfonos celulares y facturas.
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