7 oct 2025
El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, decidió dar el salto a la política provincial y dejar el municipio en manos de su mano derecha, Agustín Neme. A partir del 10 de diciembre, el jefe comunal asumirá como senador bonaerense, luego de imponerse en la Quinta Sección Electoral y consolidarse como una figura con proyección hacia 2027. Pero su partida no solo marca el fin de una etapa en la ciudad costera: también desató una fuerte fractura política dentro de la alianza que lo llevó al poder.
La decisión de Montenegro de dejar la intendencia abrió una grieta con la Unión Cívica Radical (UCR), que anunció que no continuará formando parte del gobierno local. El histórico socio político del PRO en General Pueyrredón resolvió bajarse de la gestión y comenzar a trabajar en un proyecto propio de cara a las elecciones de 2027. “El gobierno local funcionó gracias a nuestro acompañamiento y control interno. Sin eso, veremos cómo sigue Montenegro”, expresó un dirigente radical con llegada provincial.
Durante los últimos años, el intendente había logrado construir un frente amplio que integraba a radicales, sectores del PRO, la Coalición Cívica y parte del peronismo local. Esa alianza le permitió gobernar con estabilidad y mantener a raya al peronismo en sucesivos comicios. Sin embargo, la tensión comenzó a crecer en los últimos meses, especialmente cuando Montenegro confirmó su intención de competir por un lugar en la Legislatura bonaerense y dejar vacante el sillón municipal.
La UCR, que ya venía mostrando diferencias internas, terminó de romper con el oficialismo luego de los resultados electorales de Nuevos Aires, el espacio que encabeza el senador nacional Maximiliano Abad, que cosechó el 14% de los votos y logró incorporar dos concejales. “Nosotros tenemos estructura, territorio y militancia. Montenegro nunca formó cuadros propios para sucederlo. Ahora nos toca a nosotros”, remarcaron desde el radicalismo.
En el plano político, la salida de Montenegro marca un reacomodamiento dentro del espacio libertario–macrista. Su desembarco en la Cámara Alta bonaerense lo ubicará como una de las voces más influyentes de La Libertad Avanza dentro de la Legislatura, junto a su hombre de confianza, Alejandro Rabinovich, que ocupará una banca en Diputados. Desde allí, buscará construir volumen político y posicionarse para la competencia por la gobernación bonaerense en 2027.
Mientras tanto, en Mar del Plata, Agustín Neme quedará al frente de un municipio que deberá sostener la gobernabilidad sin el respaldo pleno de la UCR. En el entorno de Montenegro aseguran que el jefe comunal electo se enfocará en “garantizar continuidad y orden”, aunque admiten que la salida de los radicales deja vacíos en áreas clave de la administración. “Se abre una nueva etapa, más desafiante, pero con la misma impronta de gestión”, remarcaron.
En el tablero provincial, la movida de Montenegro es leída como el inicio de una disputa anticipada por el futuro liderazgo opositor. Con Axel Kicillof impedido de buscar un tercer mandato, el ahora senador bonaerense electo apuesta a transformarse en uno de los protagonistas de la nueva generación de dirigentes que buscarán disputar el poder en 2027. Su desafío, sin embargo, será demostrar que puede mantener el peso político de Mar del Plata sin su histórica alianza radical.
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