Sociedad

Se quedó con 4 plantas

Tía Maruca cerró su planta en Chascomús y despidió a 27 trabajadores sin indemnización

La histórica empresa de galletitas bajó la persiana de su fábrica en el este bonaerense, a pocos kilómetros de La Plata. Los empleados fueron cesanteados sin previo aviso ni telegramas de despido y denuncian vaciamiento. El conflicto ya está en el Ministerio de Trabajo bonaerense, donde exigen respuestas urgentes tras quedar en la calle.

29 sep 2025

La empresa de galletitas Tía Maruca cerró sorpresivamente su planta ubicada en el municipio bonaerense de Chascomús, a pocos kilómetros de La Plata, y dejó en la calle a 27 trabajadores, incluyendo a la jefa de planta oriunda de la capital provincial. El cierre fue comunicado sin previo aviso ni telegramas de despido formales, y los empleados denuncian que fueron cesanteados sin derecho a indemnización, lo que generó una fuerte reacción local y sindical.

La decisión fue transmitida el jueves pasado por el director de Recursos Humanos de la compañía, quien informó al personal que quedaban "desafectados" y que se iniciarían negociaciones por una “compensación económica” alternativa a la indemnización legal. A las pocas horas del anuncio, dos camiones comenzaron a retirar materia prima de la planta, lo que fue interpretado por los trabajadores como un intento de vaciamiento. Exigen que se detenga cualquier movimiento hasta que se aclare su situación laboral.

El cierre tuvo un fuerte impacto en Chascomús, una ciudad de alrededor de 35 mil habitantes, donde la planta funcionaba como una fuente clave de empleo. La noticia también repercutió en La Plata, desde donde muchos trabajadores se desplazaban diariamente. El viernes pasado se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense, convocada inicialmente por un atraso en el pago del medio aguinaldo, pero que terminó abordando el conflicto por el cierre repentino de la fábrica.

Los empleados relataron que la medida fue abrupta y sin explicaciones, lo que profundiza la incertidumbre de las familias afectadas. No es la primera vez que Tía Maruca toma decisiones de este tipo: en agosto, la empresa ya había cerrado otra planta en San Juan, dejando sin trabajo a decenas de empleados. Aseguran que el patrón es claro: la compañía recorta operaciones sin cumplir con las obligaciones básicas hacia sus trabajadores.

Fundada en 1998 por el empresario Alejandro Ripani, Tía Maruca llegó a tener un fuerte posicionamiento en el mercado argentino de galletitas, alcanzando un 5% de participación nacional. Sin embargo, desde 2019 comenzó un proceso de deterioro económico con salarios atrasados, deudas millonarias y un ingreso en concurso preventivo. En 2024, el grupo Argensun Foods, dueño de Pipas, adquirió el 50% de la empresa, pero los problemas financieros no lograron ser revertidos del todo.

Hasta esta semana, la firma contaba con cinco plantas de producción: dos en Luján, dos en Ituzaingó y la ahora cerrada en Chascomús. Su capacidad de producción era de unas 15 mil toneladas anuales, un volumen que le permitió posicionarse fuertemente en kioscos y almacenes. El cierre de la planta bonaerense refleja no solo el ajuste de una compañía en crisis, sino también la creciente fragilidad del empleo industrial en la provincia.

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