12 jul 2025
Bajo la gestión de Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires la relación con los gremios se mantuvo firme y con diálogo abierto en gran parte del tiempo. A pesar de algunos momentos tensos, todas las paritarias cerraron con acuerdos salariales. Ahora, con un contexto económico adverso, la próxima ronda de negociaciones genera preocupación entre trabajadores y el Ejecutivo.
En la última ronda entre el gobierno provincial y los gremios, pese a algún cruce, todos aceptaron un aumento del 10% en dos cuotas. Sin embargo, el contexto económico actual no es el mejor y eso hace que las próximas paritarias pinten más duras.
Mientras Kicillof dialogaba con la cúpula de la CGT, el Ministerio de Economía, liderado por Pablo López, adelantó que las futuras negociaciones serán difíciles por las restricciones financieras de la provincia. El gobierno no dudó en criticar a Nación por la caída en los fondos coparticipables y el bajón del Producto Interno Bruto.
Los datos provinciales muestran que la construcción cayó casi un 15% en el primer trimestre de 2025, seguida por la industria y el comercio. En cambio, las importaciones crecieron mucho, complicando aún más a la industria local. Este combo amenaza con profundizar la crisis laboral y productiva en territorio bonaerense.
Además, el índice de producción industrial revela una baja significativa, con una capacidad instalada usada que descendió más del 9%. A eso se suma una fuerte caída del consumo y el aumento de cheques rechazados. Desde 2023 se perdieron 40 mil empleos privados y hay más de 160 mil desocupados nuevos en la provincia.
La crisis también impacta en la obra pública, con un recorte en la inversión nacional que limita proyectos y genera pérdida de empleo. La deuda de Nación con Buenos Aires supera los 9 billones de pesos, y la caída en la coparticipación agrava el panorama. Con estos números, la Provincia avisó a los gremios que la pelea salarial será dura y el final, incierto.
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