7 feb 2025
En la noche del jueves Alejandra y Thiago, madre e hijo de 17 años, sobrevivieron a un violento robo en el interior de su vivienda ubicada sobre la calle Federico Chopin, en el inseguro partido de José C. Paz.
Tres sujetos que se movilizaban en un Ford Fiesta color blanco, con al menos un cuarto integrante que oficiaba de "chofer" y "campana", escalaron la fachada de la propiedad y se escondieron en un baño donde aguardaron la llegada de las víctimas a las que tenían estudiadas y habrían seguido las últimas cuatro horas.
"Pidieron cámaras de vigilancia de toda la zona y detectaron el auto dando vueltas desde las 17. Luego fue observado cuando siguieron al VW de Alejandra desde que salió de la casa en la tarde", aseguró una persona cercana a la familia.
En los primeros videos que acompañan esta nota se observa al Ford Fiesta merodear la casa de las víctimas desde pocos minutos antes de las 21, y el momento en que los tres sujetos, de alrededor 40 años, irrumpen en el domicilio
Alejandra y Thiago regresaron del club y cuando ingresaron el auto de la familia en el garaje particular de la finca, el adolescente le advirtió a la madre que había alguien y que salieran: el chico había escuchado los ruidos que los violentos realizaron antes de salir del baño donde se escondieron.
A continuación madre e hijo vivieron los peores 20 minutos de sus vidas.
Armados con una tijera para podar de grandes dimensiones y un cutter que hallaron en el lugar, dos de los ladrones inmovilizaron y amenazaron al joven que, de forma valiente, le gritó a la madre que corra y escape.
Alejandra no tuvo oportunidad: el tercer delincuente la sorprendió por la espalda y, con el palo de un rastrillo, la golpeó en la cabeza y el rostro cuando la mujer pidió ayuda con gritos y cuando le mordió la mano que la intentó callar.
"El impacto fue brutal, el ojo derecho está comprometido por un derrame. Todas las mañanas de los próximos diez días debe concurrir al oculista para seguir el tratamiento que le salve la visión", detalló una fuente cercana a la familia.
La mujer quedó grogui y a la rastra la llevaron al interior de la casa que está ubicada en la planta superior. A continuación llegaron las amenazas de muerte en perjuicio del muchacho, más golpes y el pedido habitual: dólares.
Madre e hijo fueron atados con elementos que encontraron en el lugar y luego encerrados en uno de los dormitorios.
Durante 20 minutos los sujetos recorrieron la vivienda en busca de dinero y elementos de valor.
"Se llevaron una máquina de video juegos, tres teléfonos celulares y ropa de Thiago. Además el dinero que había recaudado para la empresa en la que trabajo", detalló Alejandra durante entrevistas televisivas. "También un juego de llaves de la casa y las de mi auto, que no se llevaron, pero lo querían porque no tenía los dólares que me reclamaban", destacó la mujer.
Los ladrones juntaron las pertenencias en bolsos y cuando llegaron a la calle, la dueña de casa se cortó las ligaduras con un cuchillo y pidió ayuda. En el segundo video incluido en esta crónica, se observa la fuga de los implicados y el momento en que comenzaron a correr asustados por los alaridos de la víctima.
El violento robo fue el décimo que Alejandra y su familia padecieron en el último año. En el final del segundo video se observa la salida de dos rateros que el 17 de diciembre de 2024 robaron la bomba centrífuga de una pileta.
El horrible momento de la familia tuvo un capítulo final cuando Thiago recorrió la vivienda y el patio: el joven muy angustiado corroboró que los delincuentes se habían llevado a "Diosito", un pequeño perro que había sido rescatado y es un integrante más de la familia.
El último video que acompaña esta nota no está relacionado con el hecho del miércoles y fue grabado en los últimos días de diciembre.
En las imágenes se observan a tres sujetos cuando merodearon diferentes casas que están ubicadas a pocos metros del domicilio de Alejandra y su familia.
Los vecinos viven en estado de alerta las 24 horas y están advertidos que en la zona hay bandas que se dedican a realizar entraderas y escruches a cualquier hora.
"Estamos abandonados por las autoridades. El municipio, con el Intendente Mario Ishii a la cabeza, son incapaces de brindarnos seguridad: no hay patrullajes y no se ven policías caminando las calles; los comerciantes viven estresados y aterrados por la posibilidad que los asalten en los locales. Hace unas semanas robaron en una panadería de acá a la vuelta. José C. Paz es una mugre y un infierno desde hace varios años", denunciaron los vecinos.
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