Motoquero perseguido por motochorros, recorrió más de un kilómetro para eludir el ataque

Claudio es fanático de las motos, tiene dos, y el jueves 11 de julio decidió estrenar la cámara GoPro que adquirió para registrar sus salidas y recorridos sobre las dos ruedas. Lo que nunca imaginó es que grabaría a dos delincuentes que lo acosaron alrededor de 15 cuadras para robarle el vehículo color verde.

Antes del mediodía encendió la cámara que instaló en el casco e inició el viaje desde la localidad de Castelar hasta las oficinas donde trabaja en el centro de Morón. El paseo fue normal durante 10 minutos hasta que frenó por la luz roja del semáforo ubicado en el cruce de Alte. Brown y Gral. Valle.

A su lado se detuvieron dos motociclistas que circulaban sin casco y lo miraron con insistencia. La luz verde les habilitó el paso y los muchachos se alejaron, Claudio recorrió cerca de 200 metros y, cuando subió la moto sobre la vereda, comenzó la odisea: los motoqueros dieron la vuelta en U, regresaron en contramano y estacionaron a metros de él.

En el video se observa que el pasajero saltó del vehículo, exhibió un arma y luego, de manera llamativa, se escondió detrás del árbol para exigir que le entregue el rodado.

En ese momento, confiando en la velocidad de su moto de alta cilindrada, Claudio no se amilanó y aceleró para escapar por la calle Casullo.

Los jóvenes delincuentes no desistieron, fueron tras él y se le pusieron a la par en varias oportunidades, en una de ellas, como se observa en la grabación incluida en esta nota, el que viajaba como pasajero le apuntó a poca distancia con lo que Claudio asumió que era un arma de fuego y, en realidad, eran dos caños cuadrados estructural, soldados para simular ser una pistola.

A la salida del bajo a nivel Claudio estaba desesperado y dobló por la calle Machado, en contramano, hasta Saldías y luego Presidente Sarmiento, la paralela a las vías del tren.

El motoquero corrió por Sarmiento y llegó al paso a nivel de la calle San Martín, a 300 metros de su trabajo, pero no lo pudo cruzar: las barreras estaban bajas y el tren salía de la estación.

Claudio siguió por Sarmiento y se topó con un nuevo obstáculo: un auto donde los clientes de un supermercado cargaban mercadería, estaba detenido en medio de la angosta calle.

En ese momento el hombre observó los espejos de la moto y se dio cuenta que los motochorros ya no estaban. En la calle San Martín habrían girado a la izquierda y abandonaron la cacería. Se presume que sabían que en la zona de la estación, a pocas cuadras de distancia, se podrían encontrar con personal policial.

Pocos minutos después y luego de reacomodar la GoPro en el casco, Claudio dio la vuelta y se fue a trabajar.