2 abr 2024
Este fin de semana, en el que muchos tuvieron la oportunidad de tomarse un extenso descanso de al menos cinco jornadas, no aplicó ni varió algo para los delincuentes que se movilizan en moto. En el video que acompaña esta nota se pueden observar tres asaltos callejeros que ocurrieron el viernes y el domingo en tres localidades de la zona oeste del Conurbano bonaerense.
En la tarde del domingo dos adolescentes fueron atacadas por una pareja de rastreros que las interceptaron sobre la calle Thomás Edison al 5400.
Alrededor de las 18 las chicas regresaban al domicilio de una de ellas y fueron sorprendidas por los malandras. El que viajaba como pasajero se lanzó de la moto en movimiento, las amenazó con un arma y les exigió que le entreguen los teléfonos celulares.
Las aterradas chicas no se resistieron, le entregaron los dispositivos y lo observaron cuando escapó con el cómplice por la calle Watt.
El segundo asalto que se puede visualizar en el video también ocurrió el domingo pero en horas del mediodía. El reloj señalaba las 12:40 cuando un hombre que caminaba por la calle Doblas fue sorprendido por la espalda por motochorros armados.
Los sujetos llegaron desde la calle Luca y Patrón y el que viajaba como acompañante descendió del rodado para caminar hacia la víctima. A continuación se levantó la campera y exhibió el arma que llevaba en la cintura como una amenaza directa. Instantes después los rateros escaparon con el teléfono celular y sin exigir otra pertenencia de la frustrado hombre.
El primer robo y el más violento de esta trilogía criminal, ocurrió la noche del viernes en Villa Constructora. Dos jóvenes mujeres que caminaban por la calle Cnel. Lynch, fueron atacadas por cuatro sujetos que arribaron a la zona en dos motocicletas.
Las amigas llegaron a la intersección de la calle Parral y cuando doblaron hacia la derecha fueron perseguidas y rodeadas por los ladrones. Los acompañantes se saltaron de las motos y las amenazaron para que les entreguen las pertenencias.
Las víctimas intentaron escapar a la carrera en medio de aterrados e inútiles gritos pero, momentos después, les arrebataron los objetos de valor.
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