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Madrugadas de terror en un kiosco: clientes asaltados, candados cortados y rotura de vidrios en 72 horas

En las primeras horas de este jueves tres chicos fueron atacados por dos violentos que los despojaron de las pertenencias. Dos días antes un solitario ladrón rompió todo y escapó bajo una catarata de insultos.

25 ene 2024

Old James

En todas las localidades y barrios de la provincia de Buenos Aires se pueden encontrar kioscos que trabajan las 24 horas, aunque al caer la noche el escenario cambia: los encargados fortifican las instalaciones y despachan detrás de rejas y por pequeñas ventanas. Los delincuentes, atentos a esta situación, saben que en algún momento de la madrugada, ellos también tendrán "un cliente para atender".

En las primeras horas de este jueves, a las 2:40, tres jóvenes fueron víctimas de esta modalidad "sereno", y perdieron las pertenencias a manos de dos malandras que tendrían una edad similar a la de ellos.

Los chicos llegaron hasta el Drugstore Hope 24hs, ubicado en Lisandro de la Torre y Gral. Paz, en la localidad de La Tablada, a comprar un pack de latas de cervezas.

Cuando uno de ellos se alejaba del local y los amigos abonaban la compra, fue rodeado por dos delincuentes que lo amenazaron con un arma de fuego y, a la rastra, lo llevaron de regreso.

A continuación amenazaron a los amigos con un revólver, los bolsiquearon y exigieron que les entreguen los teléfonos celulares y "la plata porque se pudre". El muchacho que tenía el pack se resistió a ser despojado del dinero que guardó en un bolsillo de atrás del pantalón y, durante la inesperada reacción, se le cayeron las cervezas.

"Disculpa, disculpa", le dijo varias veces al que estaba armado y le dio un culatazo en la espalda.

Los otros amigos le entregaron lo que tenían al segundo ladrón que amenazaba con sacar un arma que tenía bajo la remera y nunca exhibió.

"Ya lo tengo, dale dale, nos fuimos", dijo el que portaba el revólver al cómplice, cuando se apoderó de las cervezas.

Instantes después, cuando se aproximaba un comprador de más edad, los cacos escaparon en dirección a la calle Vito D. Sabia.

CRONOS habló con Andrea, la dueña del Drugstore, quien se mostró muy molesta por el robo a los chicos y también por la intentona que les tocó vivir a ellos dos días antes.

La madrugada del martes, antes de las 4, un sujeto que llegó en soledad a bordo de una bicicleta, violentó los candados y la puerta del comercio que, por una circunstancia particular, estaba cerrado.

El delincuente realizó la maniobra como una serie, en episodios: llegó, se alejó y regresó en varias oportunidades para cortar los candados y romper las cerraduras, sin ser detectado por ocasionales testigos. Pero su paciencia tuvo un límite: al no poder con la segunda puerta le dio varias patadas y destrozó los vidrios.

Los violentos ruidos alertaron a una vecina que se asomó por la ventana y con una lluvia de insultos lo puso en fuga sin poder robar.

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