21 ene 2024
En el amanecer del sábado, alrededor de las 6, una marabunta de violentos y criminales que abandonaba la zona de bares y discotecas en Av. Rivadavia al 14000, atacó a cada joven que encontró en su camino.
Tobías, Nicolás y Lautaro, los tres de entre 18 y 19 años, fueron algunas de las víctimas de este demencial raid que no tuvo muertos porque se produjeron varios milagros.
"Cuando estaba en el piso, mi hijo se acordó de Fernando y este pensamiento hizo que se levante", le aseguró Juan Manuel a CRONOS.
Tobías, igual que el joven asesinado en Villa Gesell de manera cobarde y brutal, es hijo de ciudadanos paraguayos que trabajan como encargados de edificios. Además, como Báez Sosa en 2020, comenzará el Ciclo Básico Común de la UBA, pero en su caso de la carrera de psicología.
"Los chicos son amigos desde la escuela primaria, habían pasado la noche en mi casa y salieron a la calle para acompañar a Micaela hasta la parada de colectivos. Cuando regresaron fueron atacados por estas lacras", detalló el hombre.
Las lacras, como bien calificó Juan Manuel, era un importante grupo de jóvenes que caminó por la Av. Rivadavia desde la zona del boliche Pinar de Rocha, en sentido a la ciudad de Buenos Aires, aseguraron testigos.
Durante la marcha, como muestran los videos que acompañan esta nota, se enfrentaron, golpearon y robaron a todos aquellos que encontraron a su paso. En el primero se observa un buen número de jóvenes en la entrada de una hamburguesería, que los miraron cometer sus fechorías a medida que se acercaron a la esquina de la calle Alvear.
Las cámaras de seguridad privadas están al 14300 de Rivadavia, donde registraron varias corridas y enfrentamientos con pedradas. También cuando tres chicos fueron rodeados, golpeados y robados contra un auto; y la criminal paliza, patadas en la cabeza incluidas, que recibió un muchacho tirado en el piso.
"A mi hijo y los amigos les ocurrió lo mismo pero a una cuadra, en la esquina de Avellaneda, a ellos los interceptaron frente al Centro Médico DIM. Les quisieron robar los teléfonos celulares y lo que tenían encima, a Tobías lo rodearon entre diez y el se defendió, es segundo Dan de taekwondo, pero cayó al piso y hasta que uno de los chicos lo pudo ayudar le dieron una golpiza tremenda", contó el padre.
"Yo no quise ser otro Fernando", le dijo Tobías a Ruth, la mamá, y a Juan Manuel.
El muchacho sufrió un corte de alrededor cuatro centímetros en la cabeza y la rotura de dos piezas dentales. Además le quedaron marcas de rasguños en el cuello, una mordida en un brazo y los moretones por trompadas y patadas en todo el cuerpo.
A Nicolás le rompieron la nariz y uno de los ojos quedó muy malherido por los golpes. Lautaro tiene moretones en todo el cuerpo.
"A Tobías solo le pudieron sacar los lentes de aumento, a los otros chicos no les sustrajeron nada", indicó Juan Manuel.
Cuando los tres chicos pudieron escapar de los violentos criminales, corrieron menos de cien metros y, como muestra el segundo video, encontraron refugio en la casa de Tobías.
"El lunes vamos a hacer la denuncia policial, hasta hoy nos ocupamos que reciban la atención médica y estén bien de salud", agregó el hombre.
Quienes viven en esa zona de Ramos Mejía aseguran que todas las noches y madrugadas pasan cosas en Av. Rivadavia.
"Los boliches son parte importante del problema, aunque también los es el McDonalds donde se juntan muchos pibes y se producen grandes peleas", detalló un vecino. "Esto no se va a solucionar nunca porque no hay presencia policial, no hay patrullajes o policías que recorran la zona a pie. Ramos Mejía es zona liberada", agregó muy enojado.
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