Le robaron el auto y cuando escapaban arrojaron a la beba de tres meses al pavimento

La violencia y la brutalidad con la que conviven los vecinos de La Matanza ya no conocen límites. En la noche del martes una familia de Villa Luzuriaga padeció un terrible momento cuando tres delincuentes, a punta de pistola, les robaron el automóvil antes que bajen a la beba que dormía en la silla de seguridad.

Los salvajes, al advertir lo que estaba ocurriendo por los gritos de la madre y de los vecinos, se detuvieron en la esquina y arrojaron al pavimento la butaca en la que estaba Briana, de solo tres meses de edad. La niña resultó ilesa. 

"Lamentablemente nos acostumbramos a decir ¡gracias a Dios! que estamos bien y que bajaron a mi beba que aún estaba en el auto", le dijo Lorena a CRONOS.

El hecho

La mujer, a bordo de un Peugeot 307,  llegó a la vivienda ubicada en Garibaldi al 4400, en el barrio Los Pinos, junto a Briana y sus hijos mayores: Luciana de 12 años y Miguel de 8.

Cuando Lorena se bajó para abrir el portón y el nene sentaba a su gato en el asiento delantero del vehículo, llegaron cuatro delincuentes a bordo de un Peugeot color negro.

Tres de los sujetos se abalanzaron sobre el auto de la familia, dos corrieron hasta la puerta del conductor y el tercero se encargó de los chicos más grandes: a Luciana, que dormía en los asientos traseros junto a la beba, la sacó a los tirones. Al nene, que observó toda la escena espantado y desde la vereda, le apuntó a la cabeza con el arma de fuego.

Los gritos de la aterrada madre alertaron a los vecinos que corrieron a las puertas de sus casas y se sumaron a los ruegos de la madre que pedía que le dejen sacar a la infante del rodado.

Los dos delincuentes que emprendieron la fuga en el auto de la mujer, que como Jorge, su marido, es personal de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) comprendieron lo que ocurría luego de recorrer unos pocos metros y llegar a la esquina.

En ese momento detuvieron la marcha y uno de ellos, apurado, sacó el asiento en el que estaba sujetada Briana y lo arrojó al pavimento de la boca calle.

Los desalmados reanudaron la veloz huida por la calle Garibaldi pero luego de recorrer cien metros y llegar a la intersección con Chenaut, dieron la vuelta en U y regresaron. La buena fortuna quiso que Lorena y Luciana ya habían levantado y sacado a Briana de la peligrosa situación.

La familia realizó la correspondiente denuncia policial pero hasta el momento el vehículo no fue recuperado y se desconoce el paradero de los cuatro criminales.