17 ago 2023
El violento accionar de los motochorros no para y Sergio Berni, el ministro de Seguridad bonaerense, nunca tomó medidas para detenerlos. Los delincuentes ganaron las calles y los ciudadanos quedaron huérfanos de policías. Este contexto provocó que algunos vecinos compren armas de fuego y en algunos casos las utilicen sin estar aptos. Esta situación pone en riesgo a un tirador inhábil si enfrenta a delincuentes "jugados" y que andan por la vida a los balazos, y también ponen en peligro a los demás, como ocurrió en el amanecer del lunes en Quilmes.
Una pareja que a las 6:30 caminaba por la calle Catamarca, fue sorprendida por la espalda por cuatro motochorros. Con el modus operandi habitual, los que viajaban como pasajeros se lanzaron de los vehículos y mediante amenazas con armas de fuego le quitaron la cartera a la mujer.
Todo pudo haber terminado ahí, con la fuga de los delincuentes y la bronca de las víctimas, pero no fue así y la tragedia sobrevoló el lugar.
El hombre no se resistió al robo pero, desesperado y a los gritos, le rogó al malviviente que le deje los documentos que llevaban en la cartera. El motochorro no se conmovió y cuando iba a abordar la moto se desató la locura. Un vecino que apareció en la esquina de Calle 397 y Catamarca, los intentó detener y se produjo un enfrentamiento a mano armada.
El motochorro abrió fuego y se escucharon cinco detonaciones, versiones no confirmadas indican que el solidario e incauto vecino habría sido rozado por uno de los plomos.
Durante el intercambio de disparos los tres cómplices no participaron y es imposible saber si fue por decisión o porque no estaban armados. Pero el vecino que intervino lo hizo "a la descampada", puso en riesgo su vida y a la pareja asaltada, además se "regaló" al segundo par de delincuentes a quienes nunca observó.
Pero la fuga de los delincuentes agregó más dramatismo a la tremenda escena.
Dos mamas y seis pequeños niños, que caminaban por calle 397 en dirección a la escuela, escucharon las detonaciones del enfrentamiento y desesperados corrieron para salvar la vida.
Las imágenes impactan no solo porque los chicos aterrados buscan refugio o porque las madres huyen con mucha dificultad sin soltar a los más pequeños, la escena es tremenda porque a pesar de su corta edad las criaturas identificaron el sonido y entendieron que corrían riesgo de vida.
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