30 jun 2023
Los hechos de inseguridad, cualquiera sea la víctima, duelen. Pero generan más padecimiento y angustia cuando las víctimas son gente como Graciela que junto a Carlos, su marido, hace 9 años crearon Fundabrigo, una fundación que le da una oportunidad a niños que carecen de cuidados familiares y sufrieron maltrato, negligencia o abuso.
En la mañana del jueves, alrededor de las 10, la mujer sacó el Toyota Etios del garaje de su casa, ubicada en la calle Pedro Reta, en Monte Grande, y fue atacada por dos feroces ladrones.
Graciela gritó cuando se le abalanzaron y la amenazaron con una arma de fuego, que no vio, pero uno de los hampones tenía en la cintura y debajo de la ropa. En el video que acompaña esta nota se la visualiza cuando se lo mostró a un vecino que llegó en bicicleta e intentó intervenir y detenerlos.
La valiente mujer, golpeada y tirada al piso, de manera increíble resistió por medio minuto al tremendo asalto. Graciela solo pensaba que si le robaban el auto, el segundo en pocos años, la Fundación se quedaba sin la necesaria movilidad.
Finalmente los malos se impusieron a la fuerza, le quitaron las llaves, le lastimaron una mano y escaparon a toda velocidad.
En septiembre de 2020, durante la pandemia de coronavirus, Fundabrigo sufrió un robo en sus instalaciones. Le llevaron electrodomésticos, dispositivos electrónicos, bicicletas y otros artículos que utilizaban los chicos de entre 1 y 12 años. En esa ocasión el municipio de Esteban Echeverria estuvo a la altura y se comportó de la mejor manera con la fundación que está ubicada en la calle Azcuénaga 1004, en Monte Grande.
Los que conocen el trabajo de Graciela y Carlos esperan que otra vez reciban una mano y aparezca el vehículo sustraído.
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