Un adulto mayor recibió culatazos durante un brutal asalto en Avellaneda

Las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia de un vecino se pueden comparar a las de un documental sobre lobos hambrientos. La diferencia es que los animales atacan para sobrevivir, en cambio los humanos que deambulan por Sarandí lo hacen para robar y no dudan en lastimar.

La tarde del miércoles, minutos después de las 18, un adulto mayor estacionó su vehículo en la calle Herrera al 200, a metros del PH que habita junto a su esposa. El hombre, que aún está en actividad y tiene un comercio, hablaba por el teléfono celular cuando desde la esquina de la calle Zeballos llegaron a la carrera dos delincuentes que empuñaban armas de fuego.

La víctima estaba en la puerta de su domicilio y los sujetos lo rodearon, lo amenazaron y le quitaron el teléfono celular. Instantes después se sumó un tercer cómplice y le exigieron las llaves, imposible saber si querían realizar una entradera o buscaban robar el auto, pero el hombre se resistió y las arrojó a la casa lindera.

La decisión del hombre los enfureció y con rabia uno de los cacos le dio un culatazo y le abrió la cabeza, otro lo bolsiqueó y le sacó la billetera. A continuación, cuando algunos vecinos vieron lo que ocurría y comenzaron a gritar, los cobardes rateros emprendieron la fuga en dirección a las cercanas vías del tren Roca que une la estación Constitución con La Plata.

El hombre de 77 años fue rápidamente auxiliado y con el conocido pegamento le cerraron la herida. De la manada de humanos nada se supo hasta ahora.