Desde hace unos meses, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) viene cuestionando la política implementada por el gobierno bonaerense de Axel Kicillof para combatir la inseguridad en su territorio. En ese marco, señalaron que ha creado “la mayor fábrica de delincuencia” en toda la historia argentina y que termina repercutiendo en toda la Capital Federal.
“Kicillof creó en sus dos gobiernos la mayor fábrica de delincuencia en la historia argentina, convirtiendo a una parte del conurbano en un territorio peligroso, donde sus vecinos son víctimas y no pueden salir a la calle sin arriesgar sus vidas”, expuso la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio.
No obstante, la funcionaria porteña remarcó que CABA se encuentra en un “estado de alerta permanente” a partir de que la “amenaza delictiva cercana” continúa en aumento día a día. “Los destinos de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires están unidos. Si en la provincia crece la violencia, la droga, el delito generalizado, como pasó en estos dos gobiernos de Kicillof, la ciudad inevitablemente sufre las consecuencias”, dejó en claro.
En ese sentido, Muzzio recordó la política implementada por el gobierno de Jorge Macri para enfrentar la inseguridad en el territorio porteño como la incorporación de 1.000 nuevos agentes para custodiar los barrios de la Ciudad o la compra de pistolas Taser y Byrna, que disparan proyectiles químicos, para el personal policial. “Estamos blindados, pero rodeados de una Provincia con el delito fuera de control”, sentenció.
Por su parte, el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, volvió a lamentar el tiroteo a dos Policías de la Ciudad que viven en Merlo y en La Matanza. “Cada 30 horas un policía de la ciudad es atacado en el conurbano”, cuestionó.
Asimismo, el funcionario porteño afirmó que los bonaerenses van a seguir sufriendo la inseguridad mientras que el gobierno de Kicillof se rehúse a sentarse a dialogar con el gobierno de Jorge Macri para trabajar en conjunto en busca de soluciones. “¿Hasta cuándo Kicillof?”, concluyó.