La aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) en el Congreso de la Nación se hizo sentir en los distritos bonaerenses del peronismo. En efecto, sus intendentes sienten que el poder volverá a las secciones electorales y que las listas ya no serán configuradas por sus principales referentes como Cristina o Máximo Kirchner ya que ellos irán por separado a las boletas locales.
Según pudo saber CRONOS, un reconocido jefe comunal del Conurbano señaló que se terminó la presión de meter un nombre de La Cámpora para poder ir pegado a la boleta que avala la ex Presidenta.
Como el gobernador Axel Kicillof decidió no adherir a la Boleta Única en el territorio bonaerense, seguirán las clásicas boletas partidarias. En ese sentido, desde los palacios municipales sienten que han recuperado la lapicera dado que los intendentes podrán armar entre ellos la boleta de legisladores provinciales, por ejemplo.
Con la tradicional boleta sábana, los jefes comunales tenían muy poco poder de decisión y casi no lograban meter candidatos a diputados y senadores provinciales. No obstante, uno de ellos remarcó que este cambio de paradigma apuró la visita de Cristina a La Matanza en las últimas horas para marcar territorio en la Provincia.

Por su parte, un alcalde radical le señaló a este medio que ya no habrá más intrusos en las listas seccionales. Desde ahora, la boleta local tendrá peso propio y no se llenará de dirigentes que no lograron un lugar expectante de ingreso en sus secciones de base.
De esta manera, los intendentes celebran que las secciones electorales van a volver a tener el peso político que existía en los noventa cuando Eduardo Duhalde ocupaba la Gobernación. En ese entonces, existían grupos de jefes comunales por sección con injerencia en los nombres a anotar para las cámaras legislativas provinciales.
No obstante, si bien apoyó desde un comienzo la reforma electoral, la sanción del Congreso nacional supone un duro revés para el crecimiento de Javier Milei en el territorio. En su caso, la mayoría de legisladores y concejales pudieron entrar en funciones a partir del arrastre de la boleta que encabezada el jefe de Estado. Sin embargo, la promesa de “terminar con la casta” fue más fuerte en esta oportunidad.