El hospital provincial San Martín de La Plata llevó a cabo la colocación de un marcapasos sin catéteres transvenosos a una paciente. La misma era de 73 años y estuvo afectada por un bloqueo aurículo-ventricular paroxístico, el cual es una falla del sistema eléctrico cardiaco que puede ser mortal.
La paciente presentaba condiciones de salud que impedían ese procedimiento ortodoxo, por ello, los profesionales derivaron que, para evitar una cirugía cardiaca riesgosa, se optó por un marcapasos sin catéteres. “Son los más pequeños del mundo, pesan apenas dos gramos y miden menos de 3 centímetros”, explicó el médico electrofisiologo, Enrique Monjes.
Además, agregó: “tienen la ventaja de no utilizar los accesos venosos superiores, no limitar la movilidad del tren superior del paciente y no dejar cicatriz, además, se asocia a una menor incidencia de complicaciones durante su implantación y de infecciones asociadas”.
Por otro lado, explicó: “Tienen indicaciones médicas precisas, por ejemplo para pacientes que no disponen de accesos venosos superiores, para personas añosas que no necesitan estimulación auricular o para aquellos que necesitan no tener limitaciones en el movimiento del tren superior".
El desarrolló fue exitoso, y requiere de una capacitación especial con la que ya cuenta el equipo del servicio de Cardiología del hospital. De esta manera, el establecimiento del hospital provincial San Martín de La Plata es el único establecimiento público del país que puede garantizar el acceso universal al procedimiento.
El personal que participó de la operación fue Luis Medesani, electrofisiologo, jefe de servicio de cardiología; Enrique Monjes, médico electrofisiologo; Federico Zábala, electrofisiólogo; Daniel Camerini, electrofisiologo; Ángel Alarcón, electrofisiólogo; Yoel Trejo fellow de electrofisiología; Natalia Udoy, enfermera; Sabrina Altamiranda, enfermera; Ángela Casimiro, residente de anestesiología; y Camilo Vera, anestesiólogo.