Drama en la manifestación: hablaron los diputados bonaerenses golpeados y detenidos

Durante toda la jornada del sábado, legisladores, funcionarios y dirigentes del oficialismo estuvieron en el barrio porteño de Recoleta para acompañar a Cristina Fernández de Kirchner después del avance de la Causa Vialidad. Sin embargo, hubo incidentes con la Policía de la Ciudad y dos miembros de la Legislatura bonaerense sufrieron graves consecuencias.

Por un lado, el diputado Matías Molle fue detenido junto con Facundo Tignanelli, exlegislador e importante dirigente de la agrupación La Cámpora. Por su parte, Susana González fue golpeada y denunció que dos policías la arrastraron por el piso. Ambos hablaron sobre la situación.

En un comunicado público, Molle compartió: “Estoy bien, con algunos chichones, eso sí, pero con mucha más preocupación. Lo que pasó ayer no se puede convertir en una costumbre, estamos ante un peligro real que debe ser tratado con las herramientas que nos brinda la democracia”.

“El operativo, en términos concretos, nunca estuvo armado para proteger nada ni nadie. Al contrario: su objetivo real fue siempre la provocación y la represión. Si no, no se explica la falta de coordinación, de agentes responsables dispuestos a dialogar con los referentes políticos que nos acercamos para tratar de que todo saliera de la mejor manera. Claramente no había voluntad de gestionar la conflictividad, más bien todo lo contrario: provocarla, azuzarla, potenciarla. Y televizarla”, añadió el legislador bonaerense.

Asimismo, se dirigió directamente a Horacio Rodríguez Larreta: “La saña con la que su Policía “profesional” ejerce la violencia no nace de un repollo. Ayer me quedó muy claro eso. Hay un adoctrinamiento para que esa reacción sea la primera que los agentes desplieguen. Fue automática”.

“Mientras recibía los golpes, primero con palos y después, ya en el suelo, con patadas y trompadas, aún en esa locura traté de explicarles que era diputado (estaba intentando ayudar a un compañero al que estaban esposando con dificultades para respirar), pero las respuestas eran “me chupa un huevo (sic.)”, “tomá hijo de puta (sic.)”, y varios etcéteras”, continuó.

“A esta altura ya están circulando los videos y audios en donde la Policía de la Ciudad dice que “Larroque no tiene fueros” (igual, por experiencia les digo, eso poco les importa), el gobernador Axel Kicillof “es un manifestante más” (lo que implica: hagan lo que saben hacer) y los golpes recibidos por el diputado nacional Máximo Kirchner, más toda la barrabasada de cosas que le decían”, denunció el diputado.

Finalmente, concluyó: “Espero que seamos lo suficientemente maduros como para comprender que, una vez que los límites se cruzan, ya no importa cuál es el color de tu bandera, ya no importa qué es lo que pensás sobre determinada cuestión, porque tarde o temprano, también van a ir por vos. Defendamos la democracia, nos costó mucho conseguirla”.

Por su parte, González publicó el mismo sábado en sus redes: “De la alegría y los cánticos a la represión de Horacio Rodríguez Larreta. Lo único que saben hacer es pegar, estaba en el ingreso a un edificio y entraron para pegarle a las mujeres. Así quedé!!”.

También, la legisladora de Ensenada dio detalles sobre ese día: “Con el gas pimienta quedé ciega y ahí recibí el primer impacto y luego me di vuelta y me siguieron pegando. Dos efectivas mujeres me insultaron y me arrastraron hasta la vereda hasta que me agarró un compañero”.

“Estaba llena de gas pimienta, empapada y desorientada. No digo que me reconocieran porque no soy conocida en CABA, pero tenía un chaleco que decía Secco”, añadió la diputada bonaerense.

A su vez, reflexionó: “Ellos escogieron a quién golpear. Nos dicen que somos violentos, pero los que estamos golpeados somos todos nosotros. Nunca vi un funcionario policial que dijera tantos insultos. Más que funcionarios policiales parecían barras bravas. No es casual que todos los golpeados sean dirigentes políticos de nuestro espacio”.

Estos casos se suman al de Adrián Grana, diputado que fue detenido durante la semana pasada, y que habló con CRONOS sobre el hecho: “Más allá de la cuestión individual y el trago amargo vivido, fue algo inconstitucional. La policía sabía bien que yo era diputado provincial, y por ley, si yo no estoy cometiendo ningún delito en el momento, no pueden detenerme”.

“Una gran operación entre el poder político, las fuerzas de seguridad, el partido judicial y los medios de comunicación concentrados. Nos reprimieron para sacarnos de ahí, cosa que no pudieron, y por el contrario, despertaron la necesidad de que más compañeros se concentren en Juncal y Uruguay, cuidando, protegiendo a nuestra conducción política que es Cristina”, explicó el legislador ante este medio.