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Cronos Noticias » En Foco » 30 dic 2021 13:01

Hora de actualizarce

Diputados bonaerense: un sistema votación nominal arcaico y confuso

La Cámara Baja tuvo la última sesión 2021 caliente, polémica y con los ojos sobre su andar. La reforma a la ley de reelecciones trajo división de aguas adentro del Frente de Todos y Juntos. La habilitación del tratamiento sobre tablas fue nominal y confusa.


  • Diputados bonaerense: un sistema votación nominal arcaico y confuso

Cuando se trata de leyes polémicas, que dividen aguas y generan cruces internos, la votación nominal es un recurso que se usa en la Cámara Baja para que cada diputado y diputada diga si está a favor o no de algún tema a tratar.

En el pasado reciente, la votación nominal fue elemento para mostrar a la sociedad cómo actúan los legisladores que los representan en el recinto. En diciembre de 2017, por ejemplo, se aprobó el tratamiento de la reforma jubilatoria en el Banco Provincia (Bapro) con ese formato. Días antes, con votación nominal se aprobó la modificacion Código Fiscal, en el capítulo que alcanzaba a las cooperativas.

En abril del 2018, cuando la Legislatura debatía el desembarco de Farmacity en la Provincia, fue por votación nominal que Diputados se opuso frenó el proyecto de Cambiemos.

El 28 de diciembre pasado, fue un “supermartes” caliente, por todo el paquete de leyes que la Legislatura bonaerense iba a tratar y porque uno en especial, el de la reforma a la ley de reelecciones, se llevó todas las miradas y todas las polémicas.

La modificación a la ley aprobada en 2016, durante la gestión de María Eugenia Vidal y con apoyo de Sergio Massa, propuesta por los senadores de Juntos, Juan Pablo Allan y Joaquín De la Torre, apunta específicamente a que no se tome el 2015 como un primer mandato para intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares, sino el 2017 (cargos legislativos) y el 2019 (cargos ejecutivos).

Esto, generó que todos los jefes comunales puedan volver a postularse por una nueva reelección en 2023. La modificación desató quiebres adentro de los bloques del Frente de Todos y Juntos, en el Senado y en Diputados, a la hora de emitir su voto sobre el tratamiento del proyecto.

Legisladores que responden a Vidal y a Elisa Carrió se opusieron a cualquier cambio, al igual que sus colegas massistas de la vereda de enfrente.

El polémico proyecto, una vez aprobado en el Senado bonaerense, fue rápidamente ingresado a Diputados. Para su tratamiento sobre tablas tenía que ser aprobado por al menos dos tercios.

A pedido del diputado massista, Ruben Eslaiman, la votación para habilitar el tratamiento se hizo de forma nominal, para que –dicho sea de paso- cada diputado y diputada se haga cargo de su posicionamiento.

Sin embargo, la votación nominal se hizo -otra vez- a voto cantado y mano alzada. Algo así, como se hacía hace 100 años. Según pudo reconstruir CRONOS, el recinto los mismos diputados presentes apenas alcanzaban a escuchar los votos cantados. Para agregar, el sonido de trasmisión en vivo por YouTube era malo y tampoco permitió escuchar qué posición tomó cada legislador.

Según el secretario administrativo, Miguel Antonio De Lisi, el resultado de la votación nominal fue de 68 votos afirmativos para habilitar el tratamiento del proyecto.

Sin embargo, CRONOS realizó un riguroso chequeo de cómo votó cada legislador y las cuentas dieron: 66 votos afirmativos y 26 en contra.

Este medio intentó pedir  la Cámara Baja el registro escrito de la votación, pero nunca se obtuvo respuesta.

Resulta curioso y hasta extemporáneo que Diputados de la Provincia de Buenos Aires recurra, en el año 2021, a una votación anticuada, poco clara para los tiempos tecnológicos que se viven y que no hace otra cosa que generar confusión en los legisladores y sobre todo en la ciudadanía a la hora de debatir proyectos de trascendencia.

En tiempos donde la pandemia aceleró y modernizó la forma de sesionar en la Legislatura, con conexiones remotas, sesiones virtuales por videollamada, detectores electrónicos de temperatura, es imprudente no contar con un formato de votación nominal digital o electrónica.

Contar con un recurso así haría más fácil la verificación de votos, tanto para los legisladores, medios de comunicación y la ciudadanía en general.

Es hora de actualizar las formas de votación y mostrar que las cosas son claras.

Por Juan Alfaro (ALFA)

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