Legislatura

Festejos opacados

Ni la victoria ayudó: los libertarios no logran calmar sus internas en territorio bonaerense

Las tensiones entre Karina Milei, Santiago Caputo y Sebastián Pareja dividen al oficialismo nacional y su armado bonaerense. En la Legislatura provincial y en los distritos del Conurbano, la disputa por el poder amenaza con romper el frente libertario.

30 oct 2025

La Libertad Avanza logró una victoria contundente en la provincia de Buenos Aires, pero la euforia duró poco. Tras el festejo, las tensiones internas volvieron a encenderse entre los principales referentes del espacio libertario. Los gestos, las fotos y los discursos de unidad apenas alcanzaron para disimular un fuego cruzado que amenaza con desgastar el poder político que Javier Milei consiguió en las urnas.

Las disputas no son nuevas, pero el resultado electoral reconfiguró el tablero. En el centro de la escena aparecen tres polos de influencia: el “karinismo”, comandado por la secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario; el “caputismo”, liderado por Santiago Caputo, estratega de comunicación y cerebro de la campaña; y el “parejismo”, encabezado por Sebastián Pareja, operador político bonaerense que busca consolidar su estructura territorial.

En territorio bonaerense, la convivencia entre esos espacios se volvió hostil. Pareja avanzó en la construcción de un esquema propio, con presencia en los Concejos Deliberantes y una red de armadores locales que lo posiciona como figura de peso en la provincia. Sin embargo, ese crecimiento generó roces con los sectores más duros de La Libertad Avanza, especialmente con Las Fuerzas del Cielo, el grupo digital y militante identificado con Caputo.

La crisis se evidenció en movimientos concretos: concejales que cambiaron de bloque, legisladores que dejaron de responder a la conducción central y una ola de declaraciones cruzadas que se replican en redes sociales. El caso más resonante fue el de Estefanía Albasetti, edil quilmeña que abandonó el espacio caputista para sumarse al armado de Pareja. La ruptura digital se tradujo en política: los seguidores libertarios más ortodoxos la acusaron de “traición” y los dirigentes bonaerenses hablaron de “reacomodamientos naturales”.

El clima de conflicto ya se trasladó a la Legislatura bonaerense, donde se anticipan nuevas tensiones por el control del bloque de Diputados. El caputista Agustín Romo busca retener la presidencia, mientras que el entorno de Pareja impulsa recambios y suma apoyos entre los legisladores del Interior. En diciembre, el regreso de Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto, promete mover nuevamente las fichas dentro del bloque.

En paralelo, desde la Casa Rosada intentan contener la disputa y mantener la imagen de cohesión. Sin embargo, en la práctica, el oficialismo atraviesa su primera gran prueba de fuego tras el triunfo electoral. Buenos Aires, el territorio donde Milei creció como fenómeno político, se convirtió en el epicentro de la interna libertaria. El desafío, ahora, no es solo sostener la victoria en los números, sino construir poder real en medio del ruido propio.

LAS MÁS LEÍDAS