5 feb 2025
El 29 de julio de 2010 Carolina Píparo, embarazada de ocho meses, y la madre, retiraron dinero de una sucursal del Banco Santander ubicado en la intersección de las Calles 7 y 42, en el casco urbano de la ciudad de La Plata. A continuación las mujeres se encaminaron al domicilio de la más joven en el barrio La Loma y en el trayecto fueron interceptadas por dos motochorros que les exigieron el dinero extraído.
“Dame la guita que sacaste del banco, hija de puta”, le gritaron antes de dispararle a la panza y, a la postre, asesinar a Isidro, el bebé que nació con una cesarea de urgencia y sobrevivió solo una semana.
En la tarde del último viernes, en el barrio Jardín Pintemar del partido de Ituzaingó, ocurrió un robo con características casi calcadas a las del año 2010.
El jueves 30 de enero el dueño de una fábrica del rubro textil ubicada sobre la calle Suboficial Perdomo, en Ituzaingó, se presentó en la sucursal que el Banco Santander tiene en la calle Santa Rosa al 1700, en la localidad de Castelar, en Morón.
El cliente solicitó extraer 23 millones de pesos que necesitaba para abonar sueldos y pagar a proveedores. Los responsables de la institución financiera le comunicaron que no contaban con esa suma en ese momento y que la tendría a disposición en la mañana del viernes.
La misma situación vivió Carolina Píparo el miércoles 28 de julio cuando pretendió retirar los 20 mil dólares que necesitaba para realizar la escritura de la casa que iba a comprar con su esposo.
El hombre se presentó en la sucursal Castelar del Banco Santander y se encontró con la sorpresa que el dinero aún no había sido remitido y que aguardaban la llegada del camión de caudales.
La millonaria suma que solicitó el empresario llegó después del mediodía, cuando el hombre había abandonado el lugar y antes que su esposa, de 42 años, lo reemplace y concrete el trámite que no fue inmediato y habría tenido otras increíbles demoras.
Poco después de las 13:30 la mujer, que estaba acompañada por la suegra, se retiró del banco y en camioneta se dirigió a la fábrica de Ituzaingó donde la esperaron con el portón abierto.
La mujer estacionó en la acera, delante del acceso, y fue abordada por un motochorro que no tenía casco pero usaba guantes, cuando sacó el bolso que llevaba en los asientos traseros.
La víctima forcejeó unos instantes y el delincuente, que no exhibió armas, la arrojó al pavimento con un fuerte tirón y le arrebató el maletín donde tenía el dinero y una laptop.
La mujer se deshizo del teléfono celular y desde el suelo observó que los delincuentes escaparon por Suboficial Perdomo en dirección al partido de Merlo.
El matrimonio perjudicado por este violento asalto sospecha que al menos un empleado del banco "los entregó" a los delincuentes y lo habrían identificado.
Los pesquisas a cargo de la investigación recabaron las imágenes grabadas por cámaras de vigilancia que registraron el derrotero de la mujer entre el banco y la fábrica, y detectaron que un automóvil color blanco, quizá el Ford Fiesta que se observa en el video incluido en esta nota, la habría seguido todo el recorrido.
Los propietarios de la fábrica textil ya designaron un abogado y demandarían al banco del que dejarían de ser clientes.
Luego del criminal asalto que sufrió Carolina Píparo, y con varios años de demora, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) impuso medidas de seguridad para que los clientes no sean marcados dentro de la institución bancaria cuando realizan extracciones rápidas.
Es momento, después de que las víctimas se cuentan por miles, que el BCRA implemente un protocolo que proteja a los clientes de los bancos de inescrupulosos empleados infieles.
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