Más inseguridad en Tres de Febrero: en una violenta jornada robaron dos autos y una nena quedó en el medio

Una seguidilla de hechos de violencia e inseguridad sacuden al partido que conduce el Intendente Diego Valenzuela. La noche del domingo la brutalidad llegó a su pico con el asesinato a sangre fría de Emanuel López Ledesma, el repartidor de 30 años que trabajaba en la localidad de Villa Bosch.

Un día antes, alrededor de las 0:30, otro delivery fue baleado en la avenida Triunvirato, arteria que delimita los partidos de Tres de Febrero y San Martín. En este caso la buena fortuna quiso que la víctima resulte herido aunque sin peligro de vida (Ver Delivery baleado)

Los sangrientos ataques a los mensajeros no fueron los únicos hechos de inseguridad que ocurrieron en este fin de semana salvaje: a punta de pistola, tríos de forajidos robaron dos automóviles en las localidades de Martín Coronado y Ciudadela.

Asalto 1

Alrededor de las 23:30 una mujer fue atacada cuando llegó a su domicilio y estacionó el VW Gol sobre la acera de la calle San Guillermo, en Martín Coronado.

Cuando descendió con la niña de tres años, los delincuentes que llegaron a la carrera la rodearon, amenazaron y le exigieron las llaves del rodado. La sorprendida mujer se intentó resistir por un instante, pero retrocedió y cayó sobre la vereda.

Uno de los sujetos le manoteó las llaves y se hizo cargo de la conducción del Gol. Al mismo tiempo y apurado para emprender la fuga, un cómplice arrebató el teléfono celular con el que jugaba la menor.

Asalto 2

Ocurrió a las 17:15 sobre la calle Juan Muñoz, en Ciudadela. En este caso los tres mosqueteros del mal descendieron de un Ford Fiesta en el que llegaron en compañía de al menos un cómplice.

A continuación caminaron hacia un hombre que en ese momento acomodaba pertenencias en los asientos traseros y pretendía abandonar la zona a bordo del Toyota Corolla que tenía estacionado.

Cuando la víctima buscaba las llaves en los bolsillos y para evitar que intente escapar, dos de los delincuentes se le fueron encima a la carrera y le apuntaron con un arma de fuego.

El hombre dio un paso atrás pero comprendió que resistir no era una opción, levantó los brazos y en medio de la calle se sometió a la violenta requisa de los delincuentes que le sacaron las llaves y el resto de las posesiones.