15 mar 2024
En el atardecer del sábado, poco después de las 19, un solitario y violento delincuente protagonizó dos asaltos en pocos minutos. Las víctimas fueron la encargada del supermercado "El Remanso", ubicado sobre la calle Guaminí, y una mujer que habita en la casa lindera al local.
El sujeto, que los vecinos aseguran es un barra brava del club Nueva Chicago, tendría domicilio en el barrio Los Perales, en Mataderos, y fue identificado como Alan S.
Alrededor de las 19 el mencionado delincuente ingresó al supermercado, propiedad de Yao y Ling, y compró una botella de agua mineral. Según pudo reconstruir CRONOS con las declaraciones de testigos y vecinos, el hombre no estaba sediento y su interés fue conocer los movimientos del comercio.
El sujeto se alejó de la zona pero, minutos después, regresó a la calle Guaminí y dejó la bicicleta en la vereda de enfrente a El Remanso. Desde allí observó a una mujer que llegaba a su vivienda después de pasear a los perros y el violento no lo meditó: se acercó a la puerta de rejas y parado en la vereda le llamó la atención:
"Dame la riñonera o te mato", dijo mientras le enseñaba un arma de fuego.
La aterrada mujer, desde el porche de la propiedad y sin mostrar resistencia, le arrojó la pequeña cartera por encima del enrejado. A continuación, cuando el violento recogió las pertenencias tiradas, la víctima abrió la puerta y se logró refugiar en la casa.
Sin perder más tiempo el delincuente ingresó al supermercado, se dirigió a la caja registradora donde se encontraba Ling y sacó la pistola que escondía en la cintura.
"Dame la 'guita' o te mato", la amenazó.
En el video que acompaña esta nota se observa que el violento nunca guardó el arma de fuego y en varias ocasiones lo acercó a la cabeza de la desesperada mujer.
"Le sacó algunos miles de pesos y el teléfono celular", comentaron los vecinos que tienen buena relación con los encargados del lugar.
A continuación el sujeto no abandonó el local, caminó unos pasos hacia el interior e irrumpió en una pequeña oficina que en ese momento estaba vacía.
"Cuando compró el agua en realidad fue a mirar la dependencia y detectar donde los chinos guardaban la plata. De ahí se llevó como 'medio palo' (500 mil pesos), todo lo que tenían para pagar a los proveedores el lunes", indicaron los informados vecinos.
"En ese momento Yao, el dueño, estaba en el depósito, si hubiera estado en el salón podía pasar cualquier cosa. El chino es muy buena gente pero muy áspero, 'no se come ninguna', ya sacó a las piñas a varios chorros, en su país era policía o gendarme, algo de eso", le aseguraron a CRONOS.
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