Con una arriesgada decisión, un automovilista dejó "pagando" a una pareja de motochorros

La tarde del martes dos delincuentes que se movilizaban en una moto bebieron el trago amargo del fracaso. A pesar de portar y exhibir armas de fuego, un hombre los dejó con las ganas y no se convirtió en víctima.

A bordo de un Peugeot 308 que estacionó sobre la calle Ombú, en La Tablada, aguardaba la llegada de un familiar que realizaba actividades deportivas en un club cercano, pero la espera terminó de una manera que los protagonistas no imaginaban.

Dos jóvenes en moto, que no utilizaban casco pero si gorras con viseras, se acercaron de manera lenta al automóvil estacionado y el que viajaba como acompañante saltó del rodado arma en mano. Antes que el cómplice lo imite y exhiba la pistola que llevaba oculta bajo la remera, el hombre a bordo del 308 aceleró y dejó a los motochorros como estatuas en la calzada.

Los sujetos, por buena fortuna, no tuvieron ninguna reacción y no dispararon en dirección al automovilista que los burló y escapó en sentido a la Av. Crovara.