Dos detenidos y un prófugo: con buena data y profesionalismo, robaron 34 millones y 100 mil dólares

Una banda que realizó tres multimillonarios robos en los partidos de Chacabuco, Gral. Arenales y Junín, fue desbaratada en los últimos días por la DDI de Junín. Fuentes oficiales confirmaron que detuvieron a dos presuntos implicados y que un tercero se encuentra prófugo aunque es intensamente buscado.

Los arrestados, de 25 y 48 años, y el fugitivo de 35, tienen domicilio en la ciudad de Junín, en el noroeste bonaerense.

Tres robos y un fracaso

El primer hecho que se le adjudica a esta organizada banda ocurrió el viernes 8 de septiembre, en la localidad de O'Higgins, en el partido de Chacabuco. Los sujetos irrumpieron en la fábrica de quesos "El Calito" a través de una ventana y luego de anular las cámaras de vigilancia aplicando pintura negra en las lentes, violentaron una caja fuerte. Según consta en la denuncia policial, los desconocidos sustrajeron 2.7 millones de pesos.

Veinte días después, en la mañana del jueves 28, el dueño de una empresa dedicada a la compra-venta de hacienda y cobranza de frigoríficos, denunció que entre la noche del miércoles y las primeras horas del jueves, fue víctima de un robo.

Un número ignorado de personas ingresó en la compañía ubicada sobre la calle Frías 97, luego de violentar la puerta principal. A continuación repitieron la operatoria con la pintura en aerosol y forzaron la caja de caudales. En esta ocasión se alzaron con 15 millones de pesos en efectivo y cheques por otros 7 millones.

En 48 horas, el sábado 30 de septiembre, la banda especializada en escruches millonarios irrumpió en la "Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y del Club Social de Arribeños", ubicado sobre la calle Alberdi 43 en la localidad de Arribeños, del partido de Gral. Arenales.

Los profesionales del delito forzaron un acceso ubicado en la parte trasera del local, cegaron las cámaras con pintura negra, violentaron la caja fuerte y desaparecieron con 10 millones de pesos y 100 mil dólares.

Una semana después, el domingo 8 de octubre, de manera llamativa la banda habría cometido un error. Otra vez actuaron en Junín y repitieron el modus operandi de las otras ocasiones pero, según la información oficial, en la empresa cerealera "Milo" no habrían sustraído nada.

La investigación

Los tres robos concretados y el último que habría sido solo un intento, ocurrieron en tres jurisdicciones diferentes y fueron investigados por cuatro fiscalías distintas: la UFI Nro. 11 de Chacabuco inició actuaciones por "robo agravado"; la UFI Nro. 8 y la Ayudantía Fiscal de Gral. Arenales abrieron una causa caratulada "robo agravado en poblado y en banda".

Por último, la UFI Nro. 1 de Junín, a cargo de la Dra. Vanina Lisazo, investiga una "tentativa de robo" y la UFI Nro. 8, cuyo titular es el Dr. Martín Laius, también inició un expediente por "robo".

Las pesquisas y el trabajo de campo fueron encomendados a los detectives de la DDI de Junín quienes recabaron las imágenes grabadas por cámaras de seguridad instaladas en las zonas de los hechos, recogieron testimonios de ocasionales testigos e informantes y analizaron diversas comunicaciones.

Como resultado de las averiguaciones, el personal policial identificó a tres hombres con domicilio en la ciudad de Junín y, con el aval de la Justicia de Garantías, en los últimos días allanaron las viviendas de los imputados y concretaron la detención de dos de ellos.

Durante los operativos se incautaron: una amoladora con varios discos de corte, un aerosol con pintura color negro, un par de zapatillas y tres pares de guantes. También siete teléfonos celulares, una moto Yamaha XTZ 125 y dos Smart TV.  Además, confirmaron fuentes de la investigación, se secuestraron solo 280 mil pesos.

Voceros policiales y judiciales dieron a conocer algunos detalles del modus operandi de la organizada banda. Durante la investigación se estableció que contaba con información de los lugares que atacaron y que habían pagado por ella. También se determinó que realizaban un gran trabajo de inteligencia sobre los sistemas de seguridad (alarmas, sensores de movimientos, cámaras de vigilancia, etc.) que debían anular para concretar los ilícitos.

Por el momento se ignoraría la identidad de quienes colaboraron en los hechos entregando información y la ubicación donde atesorarían el impactante botín.