Indirectas en la exigente agenda política invernal

Las PASO de agosto se acerca y los precandidatos siguen aumentando la intensidad de la campaña en la provincia de Buenos Aires.

En términos políticos, el gobernador/candidato a la reelección, Axel Kicillof tiene la profunda convicción de estar frente a una “elección decisiva” donde el electorado deberá decidir entre “la derecha o los derechos”, en un juego de palabras buscando contrastar con la cúpula opositora de Juntos por el Cambio.

“Ante los que promueven el ajuste (en clara alusión a la oposición) nosotros venimos a reconocer derechos, a hacerlos realidad y también a ampliarlos: para eso hace falta que los recursos no se destinen a la especulación financiera como sucedió durante la gestión anterior”, subraya ante cada micrófono.

Días atrás, Kicillof les pidió a los bonaerenses que “no caigan en el desánimo”, intentando probablemente reconquistar a los “decepcionados” (como pidió el tigrense aspirante presidencial Sergio Massa) o atrapar el voto de “los indecisos” de cierto conglomerado urbano no tan politizado ni con el oficialismo gobernante de Unión por la Patria ni con la alianza opositora de JxC.

Desde hace un par de meses en la Legislatura bonaerense no pocos portavoces del todavía bloque del Frente para la Victoria/ PJ, reconocían que la coalición oficialista estaba atravesando una “crisis profundamente política y de representación” de un Gobierno nacional con el desgaste lógico del ejercicio del poder (más aún en este contexto), con una sociedad exhausta por la crisis económica e inflacionaria.

Se dice ahora, que los referentes principales de Nación y Provincia ya tienen un “orden político claro” (orquestado, tal vez, por Cristina de Kirchner) sobre cuál sería debe trabajar el armado de “UxP”, “para ir equilibrando la economía y distribuir el ingreso de manera diferente”.

“No puede ser que un trabajador en blanco no llegue a fin de mes”, señalan marcando la hoja de ruta. En caso que el tigrense Massa, ministro de Economía y precandidato presidencial por UxP llegase a ganar las elecciones 2023.

“El anterior fue un gobierno de ‘patrón’, en el que te sacaban la silla y la mesa para que los trabajadores perdieran la posibilidad de hacer reclamos, en definitiva de defender sus intereses”, señala el gremialista ministro de Trabajo, Walter Correa, en sintonía con Kicillof cuando remarca que durante el gobierno macrista, “eligieron como enemigos a los docentes, les bajaron los salarios y persiguieron a sus dirigentes sindicales”.

Con “nuevas ofertas” de inversión en materia de obras de infraestructura que permita generar empleo a nivel comunal; salud y seguridad para el Conurbano, el Gobernador cerró su cargada agenda semanal de actos de gestión, sumando kilómetros entre distintos municipios en plena búsqueda de su reelección bonaerense.

Con distintos grados de evolución, la Provincia también avanza con obras de agua y cloacas dando respuestas de fondo a los problemas estructurales. A eso hay que anexar un ambicioso plan integral de digitalización y modernización del sistema portuario bonaerense”, destacan “propangandistas” ministeriales intentando absorber el interés sobre “las necesidades y las demandas concretas” de cámaras, sindicatos y empresas ligadas a la actividad portuaria de San Nicolás, La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca.  

Los principales funcionarios y precandidatos del oficialismo gobernante jugaron hasta el límite. Como se sabe, para evitar incumplir con la veda electoral, ningún gobierno puede inaugurar obras ni hacer anuncios públicos que puedan promover la captación del voto del electorado en favor de algún candidato a cargo público hasta que concluyan las PASO (Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias).

Por su parte desde el esquema parlamentario de la alianza opositora de Juntos por el Cambio, señalan que al margen del “microclima de tensión inexplicable” que se observa en la interna presidencial de los amarillos del PRO, entre sectores de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, “el día después de las PASO nos debe encontrar a todos juntos”, indican.

La elección general adquiere cierta “relevancia estratégica” para JxC: arrebatarle a Kicillof el control de la “botonera de poder gubernamental” de calle 6, con el objetivo de que “el kirchnerismo” después no dificulte la gobernabilidad desde la Provincia ante un hipotético triunfo electoral de Juntos en la “presidencial” de octubre.

Esa lógica política es la que parece querer impulsar Diego Santilli como precandidato a gobernador por el larretismo, aunque antes en las PASO deberá enfrentar en una compulsa real a su competidor doméstico, el halcón del bullrismo Néstor Grindetti. 

Tal vez, sea por eso que en las diagonales, estrategas del oficialismo K esperan que los votos del libertario Javier Milei no sigan cayendo por el tobogán de las encuestas de intención de voto decepcionados en algún punto por el economista, y mucho menos que vayan a parar directamente a la canasta electoral de Bullrich, por el perfil que representa la ex ministra de Seguridad de Maurio Macri.

“En la Provincia se gana por un voto, decían hasta hace un tiempo en la mesa de unidad de Axel, ahora se dan cuenta que también se pierde por un voto”, apuntan algunos “boinas blancas” de la UCR.

Y acotan: “Larreta se busca encender con el “Colo” Santilli para competir fuerte con Bullrich, ella en alguna medida con Milei y Massa compite contra el ministro de Economía para salir del apriete del FMI”, decía con fina ironía un experimentado legislador radical mientras observaba el “inmenso despliegue” de pasacalles, afiches, banners y pancartas de los múltiples precandidatos políticos que ya copan el microcentro platense.

Justamente, en algunos distritos con internas comenzaron a plantearse algunas discusiones, y algunas “travesuras” propias de toda campaña política (robos de carteles, rotura de afiches, etc).

Por Ricardo Salas

Fuente: lanueva.com