8 ene 2023
Se confirmó que a fines de enero podría verse a simple vista en el cielo un cometa que en su paso anterior por las proximidades de la Tierra fue visto por los hombres de Neanderthal. El C/2022 E3 (ZTF) se acercará a nuestro planeta tras una larga ausencia de 50.000 años.
Es un pequeño cuerpo rocoso y helado, de un diámetro de apenas 1 km, descubierto en marzo de 2022 por el programa “Zwicky Transient Facility” (ZTF), que opera el telescopio Samuel-Oschin del Observatorio Palomar, en California.
El cuerpo fue detectado cuando pasaba por la órbita de Júpiter y esta semana pasará cerca del Sol. Alcanzará su perihelio (el punto más cercano al Sol) el 12 de enero, según los astrónomos, que, tras meses de observación, pudieron calcular su trayectoria.
Cuando un cometa se acerca al Sol, el hielo que contiene su núcleo pasa al estado gaseoso y suelta una larga cola que refleja la luz del astro rey. Este rastro brillante es lo que podrá observarse desde la Tierra, inicialmente en el hemisferio norte, a medida que C/2022 E3 (ZTF) se vaya acercando.
El cometa brillará con todo su esplendor “cuando esté lo más cerca de la Tierra”, explicó Thomas Prince, profesor de Física del Instituto de Tecnología de California, que trabaja para ZTF.
Con un buen par de binoculares, o incluso a simple vista, se podrá vislumbrar en la noche, mientras que el cielo esté despejado, no haya contaminación lumínica y la luz de la Luna no perturbe.
“A lo mejor tenemos suerte y será dos veces más brillante de lo previsto”, especuló el astrofísico Nicolas Biver, del Observatorio de París-PSL. La mejor ventana de observación será el fin de semana de los días 21 y 22 de enero, y la semana siguiente.
Durante ese periodo pasará entre las constelaciones de la Osa Menor y la Osa Mayor, por lo que solo será visible en el hemisferio norte. Después se podrá ver en el hemisferio sur, para luego volver a partir hacia los confines del sistema solar.
Hace 50.000 años, el C/2022 E3 (ZTF) ya visitó el interior del sistema solar y pasó cerca de la Tierra. Esta vez probablemente “saldrá de una vez por todas del sistema solar”, adelantaron.
“Vamos a observarlo por todos lados. No es el cometa del siglo, pero estamos contentos de poder observar cometas como éste cada uno o dos años, porque los consideramos como vestigios de la formación del sistema solar”, concretó el astrofísico Biver.
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