4 nov 2022
Los hechos son claros, un conductor que estacionó su vehículo el jueves a las 7 am, fue abordado por un sujeto armado con fines de robo. El ladrón se acercó al auto y enseñó el arma para amedrentar a la víctima, el hombre abrió la puerta del rodado y de forma inesperada extrajo una pistola y le disparó en el pecho. El delincuente retrocedió, tambaleando, y cayó herido de muerte.
“El fallecido fue identificado como Ulises Leonel Camacho Luque, de 19 años. En su poder se encontró una réplica de arma de fuego y con ella habría intentado cometer el asalto”, informaron fuentes policiales. “En octubre lo aprehendieron por un hurto, declaró y fue puesto en libertad el mismo día”, detallaron los voceros.
Este viernes los abuelos de Camacho aceptaron hablar con la prensa sobre lo que ocurrió en la intersección de las calles Paraguay y Constitución, en San Justo. "Debió pensar dos veces antes de disparar”, dijo Germán sobre el ingeniero. "Creo que no puede tener un arma de semejante calibre y debió pensar dos veces antes de disparar", reclamó el hombre.
El autor del disparo es un hombre de 54 años de profesión ingeniero electrónico. “El arma con la que disparó es una Bersa Thunder Ultra Compact Pro calibre .45”, indicaron fuentes policiales. “Tiene credencial de legítimo usuario extendido por la ANMaC (Agencia Nacional de Materiales Controlados)”, agregaron.
"Tiene que haber justicia, no puede ser que haga justicia por mano propia así", insistió el abuelo del joven fallecido. "Él tenía que agarrarlo preso o llamar a la policía y debía tirar a la pierna porque esto es un asesinato. No sabía que mi nieto estaba en la delincuencia. Por su problema con el alcohol dijeron que teníamos que llevarlo a internar y la Policía no lo llevó para desintoxicarse", estimó Germán.
Marcela, la abuela de Camacho, añadió que aquello que el joven robaba no lo llevaba a la casa y que seguro lo gastaba en cerveza. “Yo le daba plata cuando me pedía, él no tenía trabajo, pero lo ayudaba a mi marido cuando salían changas”, aseguró la mujer. "Vivió con nosotros desde bebé, él nació en este barrio. Quería manejar autos, que compremos un auto para trabajar de remisero", sostuvo la abuela.
Luego de disparar y causar la muerte Ulises Leonel Camacho Luque, el ingeniero subió a su vehículo, lo movió unos metros para alejarlo del cuerpo y se fue a trabajar. Casi una hora después, un llamado al 911 alertó sobre la presencia del joven tirado en la calle.
“De inmediato se buscaron imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y se encontró que una en la vereda de enfrente había captado toda la secuencia”, detallaron los investigadores. “Se identificó el vehículo y a partir de un rastrillaje se lo encontró estacionado en Constitución al 3600”, agregaron los informantes.
El propietario fue identificado y luego de cotejar su aspecto con el material grabado por las cámaras de vigilancia, se corroboró que se trataba de la misma persona.
“Se le secuestró el arma con la que realizó los disparos una Bersa calibre .45, con su cargador y nueve municiones. Fue notificado sobre la apertura de la causa, pero no se lo aprehendió, en primera instancia la fiscalía considera que cometió el crimen en legítima defensa”, informaron fuentes judiciales.
Legalmente el ingeniero puede ser reprochado en dos aspectos, el primero es que no tendría permiso de portación de armas, solo sería legítimo usuario. No está autorizado a transportar un arma de fuego a menos que esté descargada y dentro de un estuche.
El segundo aspecto, y quizá el más importante, no haber llamado al 911 o al servicio de emergencia. No se le puede recriminar el acto de alejarse, el ladrón podría haber estado acompañado por un cómplice armado, si es reprochable que se desentendió de su acción. No debería poder alegar que se encontraba en estado de shock, estar entrenado en el uso de armas saca del juego esa posibilidad.
El ingeniero no merece ir a la cárcel, se defendió de un ataque y no importa que el arma del atacante fuera una réplica, él no podía saberlo, pero su acción posterior se parece bastante a la de un asesinato a sangre fría.
LAS MÁS LEÍDAS