20 oct 2022
El violento incidente se vivió en las primeras horas de este jueves en el barrio porteño de Balvanera, cuando un hombre de 46 años se fortificó en la habitación del hotel en el que vivía, ubicado en Jean Jaures 38, a metros de la avenida Rivadavia.
Según información brindada por efectivos de la Policía de la Ciudad, el sujeto identificado como Rodrigo Ezequiel R., estaba escapando luego de cometer un asalto junto a un cómplice. “Habían asaltado a una pareja, le sacaron un morral, pero la maniobra fue vista por un uniformado que les dio la voz de alto y los persiguió”, detallaron los voceros.
Los hombres corrieron y Ezequiel R. logró ingresar al hotel, en el que vivía desde el 6 de octubre, para atrincherarse en su habitación. "Hoy tengo ganas de matar a alguien”, habría gritado cuando la policía porteña ya estaba en el lugar y había montado un gran operativo de seguridad en la zona.
"A la madrugada me pidieron que me quede dentro de la habitación porque estaba la Policía pidiéndole que salga al hombre. Le decían que se calme”, relató un huésped que ocupaba el cuarto de al lado. “Él repetía que se quería morir y que no quería herir mujeres porque el padre le había enseñado de forma indirecta pegándole a su madre. No paraba de repetir eso", detalló el ocasional vecino.
Voceros policiales comentaron que el sujeto estaba armado y reclamaba la entrega de estupefacientes: “Pedía la droga que había comprado y no se la habían llevado, además decía que se quería morir y que ya había tomado esa decisión”.
“La mediadora, para tranquilizarlo y sacarle esos pensamientos de la cabeza, le decía que la idea era que no le pasara nada ni a él ni a nadie", indicó un informante.
Finalmente, y luego de varias horas, los negociadores la División de Operaciones Especiales Metropolitanas consiguieron que Rodrigo Ezequiel R. deponga su actitud y procedieron al arresto junto con uniformados de la Comisaría 3 A. “Se lo pudo reducir sin ningún tipo de violencia ni lesiones y ahora fue trasladado", confirmaron voceros policiales.
“El hombre se encontraba en un estado de ansiedad, se lo veía excitado y agresivo”, indicó un médico del SAME que había sido convocado ante la emergencia. "Nadie salió afectado, no tuvimos que asistir a nadie, por suerte no hubo lesionados. Los policías mostraron comprensión y tuvieron un buen trato con el detenido", agregó el profesional de la salud.
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