8 may 2017
El fiscal Fernando Cartasegna, a cargo de la UFI 4 de La Plata, declaró ante la justicia en la causa que investiga el segundo ataque contra su persona, el pasado miércoles en su despacho, donde apareció maniatado.
"Pensé en las cosas que no había hecho. En el tiempo que no le di a mis hijos. En que iba a morirme en la fiscalía", fue lo primero que dijo Cartasegna al declarar en la causa que investiga las agresiones que sufrió, y que está a cargo de la fiscal Betina Lacki, designada en el caso junto a su par en turno, Ana Medina.
Cartasegna, según reveló el diario El Día, señaló que ese día (el miércoles) había mandado a la custodia a revisar su vivienda y que no tuvo miedo de hacerlo, porque consideraba a su despacho "un lugar seguro".
Según lo que declaró en sede judicial, él se encontraba en el sector de atención al público de la mesa de entradas cuando un hombre lo sorprendió por la espalda colocándole un lazo en el cuello. Lo saludó y le anunció: "Nos vamos a manejar por acá y vamos a juntar unas cosas".
Según su testimonio, el agresor lo amordazó con cinta adhesiva, después de forzarlo a meterse en la boca varios papeles. Reveló, además, que en ese "paseo" él tiró un legajo que el atacante le ordenó levantar, diciéndole "acá tiene que quedar todo como está" y le pegó "unos golpecitos, a modo de correctivo, con un palo de escobillón".
Luego, Cartasegna afirmó que el agresor, cuando regresaron a su despacho, lo obligó a arrodillarse “para rezar, porque se que iba a morir”.
En ese momento, el fiscal tuvo la sensación de que lo estaba filmando con un celular, "por el reflejo de una luz", contó.
Luego le ordenó que entrara en su oficina "en cuatro patas, como un perro", y señalándole un sector donde había varios expedientes, le indicó "por esta causa es que te estás muriendo". Cartasegna declaró que no pudo preguntarle por cuál.
En relación al mensaje de advertencia (la palabra "Nisman" escrito con azúcar en el piso), expresó que el agresor lo obligó a lamer de costado cada letra porque "no le gustaba cómo quedaba" la palabra. Por ejemplo, quería que la "I" fuera recta y la "N" sea "derechita".
En otro de los pasajes del relato, afirmó que el delincuente insistió en llamar a los hijos del fiscal para que escucharan "cómo iba dejando de respirar".
Fernando Cartasegna se encuentra con licencia por tiempo indeterminado, por disposición de la Procuración bonaerense, y con custodio de policías federales y bonaerenses en su casa de Gonnet. Sus allegados comentaron que "él mismo se pidió peritajes psiquiátricos y psicológicos" y que "el lunes irá a Sanidad para que lo revisen y así poder reintegrarse a su trabajo". Además, manifestaron su malestad por los dichos que ponen en duda la veracidad de la denuncia: "Lo convirtieron en la mujer violada con pollerita corta", compararon
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