En Foco

Tras el grave hecho

Dudas, giros y sospechas sobre al ataque al Fiscal Cartasegna

Luego de los hechos sucedidos en miércoles, desde la investigación surgieron interrogantes que hacen dudar la veracidad de la historia.

5 may 2017

“La historia no me cierra”, dijo el jueves por la mañana el Procurador General de la Suprema Corte Bonaerense, Julio Conte Grand. Palabras que sorprendieron a más de uno y dejaron un manto de dudas sobre el grave hecho que aconteció en el despacho del fiscal Fernando Cartasegna el miércoles último.

Tras el estupor, con el pasar de las horas y los análisis del grave hecho, la dirección de la investigación chocó con la hipótesis planteada por el titular de la Fiscalía Nº 4 de La Plata, especializada en delitos de trata y pedofilia.

Los periodistas expertos en materia judicial y que caminan los pasillos de las fiscalías apuntan al detalle de que Cartasegna tenía custodia luego de que el pasado fin de semana denunciara haber sido víctima de una paliza a metros de su oficina, cuando contó que al menos tres personas con uniformes antiguos de la Policía Bonaerense lo abordaron y golpearon, al tiempo que lo amenazaban de muerte.

Dato no menor, a pesar de contar con agentes asignados para protegerlo, Cartasegna ordenó que se retirara al efectivo que lo custodiaba. Ese hecho, según las fuentes consultadas, se produjo pasadas las 15 horas de este miércoles. De este modo, el Fiscal decidió quedarse solo en su despacho y, entre las 16.30 y las 17, fue encontrado, atado de pies y manos y con un cable enroscado en su cuello.

 

Según el parte oficial, tenía las manos atadas con cinta por delante, sus pies estaban atados con el hilo con el que se anudan los expedientes judiciales y el cable del cuello fue tomado de una computadora; es decir, se emplearon elementos que se encontraban en su oficina.

Además, la puerta de su despacho estaba cerrada con llaves y las mismas puestas del lado de adentro, la ventana que da al exterior posee rejas, por lo cual es casi imposible que alguien pueda salir o entrar por allí. Dato para agregar, también estaba cerrada la ventana por donde se atiende en Mesa de Entradas; de hecho, los guardias del Servicio Penitenciario Bonaerense que lo encontraron atado, ingresaron por ese hueco.

Hasta ahora, Cartasegna sostiene que “no pudo ver” al agresor porque lo atacó por atrás. En ese punto, sobresale el hecho de que el agresor le ató las manos por adelante y, aún así, no pudo identificar ni un solo rasgo del atacante. Las fuentes sostienen que no precisó siquiera qué tipo de vestimenta llevaba puesta, ni si era hombre o mujer; nada. 

En diversos medios periodísticos, los periodistas judiciales observan el planteo de Cartasegna más a fondo. “Si se trata de un mensaje mafioso por parte de policías y/o abogados caranchos, ¿por qué no terminaron con su vida, al tratarse de un segundo atentado? ¿Por qué no se llevaron nada de la Fiscalía? ¿Por qué no revolvieron el lugar en busca del polémico expediente? Estas son algunas de las dudas, pero en la línea planteada por el funcionario judicial aún hay más grietas”, esboza el periodista Fernando Tocho, autor del Libro “El Cuádruple Crimen de La Plata”.

En general, en voz baja, fiscales, jueces y periodistas, sostienen por ejemplo que el fiscal Marcelo Martini investigó la llamada “Causa de los Sobres” -que tiene a 9 ex policías de la Bonaerense procesados y a punto de enfrentar un juicio oral- y nunca recibió amenazas y no tiene custodia policial. A pedido de Martini, la jueza de Garantías Marcela Garmendia (titular del Juzgado Penal Nº 5) ordenó la detención y la prisión preventiva para los ahora exaltos mandos en la capital de la Provincia. Dato no menor, la relación de la causa que iba  a tener Cartasegna tiene poca relación con “Los sobres”.

En ese marco, Tocho se pregunta: “¿Por qué entonces golpearían a un fiscal que aún no tomó las riendas de una investigación que los compromete, y dejarían de atentar contra el fiscal y la jueza que los acusa?”. En general, las primeras respuestas sostienen que “no tiene sentido”.

En otro punto, las dudas se focalizan en que el tiempo que pasó desde los ataques el pasado fin de semana hasta hoy no existe ni un solo sospechoso, ni un detenido, ni siquiera un identikit, nada probado en ninguna cámara de seguridad, no se registró absolutamente nada extraño, a pesar de que el fiscal sostiene que el sábado lo siguieron desde su casa, en el barrio de Gonnet, en La Plata, hasta su fiscalía en el centro de la ciudad.

Al mismo tiempo, en los pasillos del mundo judicial, irrumpió una interrogante a favor del Cartasegna: “¿Por qué el fiscal se haría un autoatentado? Ésta es una de las hipótesis que la fiscal Medina no descarta y un carril posible de su investigación”, le dijo el periodista judicial a CRONOS.

A las horas de conocerse el hecho, el Fiscal fue licenciado de sus funciones por tiempo indeterminado y de forma unilateral por Conte Grand, quién explicó que es porque “no está en condiciones anímicas de volver a su función debido al estado emocional que presentaba”.

Cabe recordar que al asumir, el Procurador habría dado un ultimátum a los fiscales: “El que esté sucio se tiene que ir, porque lo vamos a sacar”, fue el mensaje que se comenta bajó a los instructores.

La investigación está a cargo de Ana Medina. En medio del secreto de sumario, en el edificio judicial de La Plata los jueces no están convencidos de que un tercero hubiera atentado contra Cartasegna. De hecho, abogados, fiscales y funcionarios deslizaron que sus serias dudas sobre el ataque al Fiscal. Para finalizar, distintas versiones sostienen que la Procuración bonaerense habría ordenado una pericia psiquiátrica para Cartasegna, como así el empleado del Fiscal que es sospechado de haber tenido en su poder los volantes con la leyenda “El próximo Nisman”.

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