14 dic 2020
Los oráculos bonaerenses anuncian que este jueves 17 de diciembre la provincia de Buenos Aires tendrá aprobado el Presupuesto y Ley Impositiva 2021 que requiere el gobierno de Axel Kicillof. La “Ley de leyes”, así se llama desde hace décadas a estos dos proyectos que –generalmente– son tratados en conjunto y representan las bases fundamentales, y que año tras año requieren los gobernadores de turno para poder gestionar. Sin la proyección de gastos y el diseño de impuestos anuales, se torna complejo cualquier escenario proyectado. De todas formas, dato no menor, este 2020 Axel no tuvo Presupuesto aprobado por la Legislatura como corresponde. Al igual que hizo Alberto Fernández con Mauricio Macri, Kicillof prorrogó el que dejó María Eugenia Vidal, que fue diseñado en 2018. Luego llegó el COVID-19 y el año se pasó.
En la columna de la semana pasada se mencionó el extraño y llamativo silencio público de toda la clase política bonaerense sobre las negociaciones en torno a la “Ley de leyes”. La semana que pasó transcurrió por los mismos carriles. Por lo bajo se comentaba que el pasado jueves 7 sería el momento en que se tratara el Presupuesto y la Ley Impositiva. Sin embargo, ese día pasó desapercibido en el calendario, no hubo sesión y los pasillos de la Legislatura brillaron por la ausencia de diputados y senadores. Pese a este hermetismo, corrieron distintas apreciaciones de los legisladores, todas en voz baja. Se sabe que, como el año pasado con el debate sobre la Ley Impositiva 2020, Kicillof y Vidal negocian en persona vía WhatsApp los puntos principales para intentar llegar a un acuerdo. El mano a mano de alto nivel.
“Ella está dispuesta a que se vote el 17”, dejan trascender desde las altas esferas de Calle 6. Aclaran que la exgobernadora designó a los titulares de bloque de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad (Diputados) y Roberto Costa (Senado) para sentarse en la mesa y negociar con los brazos legislativos de Kicillof. Sin embargo, las espadas de JxC y también del peronismo muestran una mirada distinta de la realidad. “Ni siquiera los jefes de bloque están en las negociaciones. Las negociaciones pasan por arriba”, reiteran, palabras más palabras menos, en varios despachos de la Legislatura. Las quejas homogéneas.
Desde un despacho oficialista, pero con suma cautela, van por más y afirman: “Se tenía que tratar el jueves 7, pero las declaraciones de (Carlos) Bianco frenaron todo. Los intendentes peronistas y de Cambiemos se enojaron”. ¿A qué se refiere esta fuente? A finales de noviembre, el jefe de Gabinete apuntó con todo sobre el pedido de negociación de cargos sobre el tratamiento de la “Ley de leyes” que exige Juntos por el Cambio. “En la Provincia no hay un mercado negro de cargos”, disparó sin piedad, palabras que provocaron el enojo de todo el arco de Cambiemos y que empantanaron las negociaciones. Pero, dato no menor, el oficialismo también se molestó, aunque con otra declaración de Bianco. “No es necesario un FIM (Fondo de Infraestructura Municipal) adicional”, dijo. Este anuncio generó la molestia en los intendentes peronistas, así como en los de JxC. De hecho, pocos días después, en una clara muestra de presión política, alcaldes peronistas encabezados por Martín Insaurralde fueron hasta la Legislatura a presionar por la reedición del FIM. La postal que mandaron a los medios mostró a los jefes comunales junto a la vicegobernadora, Verónica Magario; el presidente de la Cámara Baja, Federico Otermín, y los titulares de bloque Facundo Tignanelli (Diputados) y Gervasio Bozzano (Senado). La presión pública.
Las rispideces entre intendentes peronistas y el kicillofismo no son nuevas. “Los nuestros no tienen línea de nada. Por cómo los tratan, parecen opositores. Los intendentes quieren lo mismo que hace cuatro años: que le garanticen plata para obras, para seguridad y mayor coparticipación”, se queja un legislador que se reporta con los alcaldes peronistas. “Van a tener que cambiar de actitud si quieren gobernar. La provincia de Buenos Aires es de los intendentes. Eduardo Duhalde siempre decía ‘yo soy el intendente 135’”, agrega otro legislador peronista. Las quejas de este sector van más allá del tratamiento del Presupuesto y el “ninguneo” que dicen recibir de la Gobernación. “Ningún gobernador tuvo crisis económicas fuertes. Desde el 2001 para acá ninguno tuvo la crisis que va a tener Kicillof. De las crisis económicas se sale con conducción política y ahí necesitás a los actores de la política, lo más cercano a la gente. Esas vallas de contención son los municipios”, advierte o aconseja otro legislador oficialista. En este mar de broncas y quejas, también focalizan sobre el plan de vacunación que Kicillof y sus ministros diagraman. “No va a ser nada fácil vacunar 6 millones de personas. Para eso se necesita de los municipios, y más en el Conurbano”, analizan. Las internas del Frente de Todos.
Más allá de estos pequeños detalles, trascendió que Kicillof y Vidal llegaron a un principio de acuerdo sobre el “mercado negro de cargos” y el gobernador estaría dispuesto a darle a Juntos por el Cambio los 24 (o una parte de ellos) que pide. Si bien no hay prioridades, los sillones que se discuten están en el directorio del Banco Provincia, en Autopistas de Buenos Aires (AUBASA), en el Instituto de Previsión Social (IPS), en el Organismo de Control de Energía Eléctrica (OCEBA). Como también cargos de subcontador y subtesorero y lugares en el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía de Estado, la Procuración General y la Defensoría del Pueblo. Por ahora, la fecha del 17 sigue en pie. Pero en la caldeada aldea bonaerense siempre hay lugar para las contingencias. “Nosotros de la Legislatura no esperamos nada. Sabemos que no siempre juegan bien y ordenados”, avisan, por las dudas, desde la Gobernación. Este diagnóstico tiene un motivo. Sobre finales del 2019 Kicillof y Vidal tenían prácticamente cerrado el acuerdo para aprobar la Ley Impositiva, pero las internas de Cambiemos y los cuestionamientos al liderazgo de la exgobernadora, en especial por el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y otros alcaldes del Conurbano e incluso de La Plata, hicieron naufragar el acuerdo y estirarlo hasta los primeros días de enero de este año. Otro dato no menor, en el Senado aún Juntos por el Cambio tiene su bloque intacto, con sus 26 escaños alineados, que son mayoría y tiene quórum propio, sobre las 20 bancas del Frente de Todos. Este escenario sigue siendo la clave para el éxito o el fracaso final del tratamiento de la siempre mentada “Ley de leyes”.
Por Juan Alfaro (ALFA)
Fuente: ANDigital
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