Tras el triunfo en la interna de La Pampa, el radicalismo nacional tomó aire y se plantó ante la hegemonía del PRO en Cambiemos, incluso, salieron a pedir PASO para definir la candidatura presidencial, que ostenta Mauricio Macri.
Ayer, los intendentes de la UCR bonaerense se congregaron en La Plata para repasar aspectos de la gestión. La reunión se llevó a cabo en la nueva sede del Comité Provincia de Buenos Aires, con la presencia del vicegobernador Daniel Salvador.
Los alcaldes informaron que “un contexto complejo” y de cuestiones de gestión, como los atrasos en los pagos del Instituto de Previsión Social (IPS) que comanda Christian Gribaudo (enfocado por su candidatura en Boca Juniors) y del IOMA, que afecta especialmente a los municipios que tienen hospitales, y que atribuyeron a la “prolijidad” con la que se maneja la gestión.
Timoratos, los acaldes dijeron que “no se habló de política”. “No fue el eje de la reunión”, dijo el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Para bajar tensiones, no mencionaron el pedido para reeditar la fórmula de 2015, con Daniel Salvador como compañero de María Eugenia Vidal.
Los intendentes radicales, que tuvimos esa expresión de deseo, que creemos lógica, y creo que no tenemos necesidad de ratificarlo”, explicó Miguel Ángel Gargaglione, mandamás de San Cayetano, mostrándose comprensivo.
“Esto se va a ir manejando, hay que esperar que pasen los días. Hay una discusión nacional, nuestro espacio está formado por varios partidos y s i bien es un tema que nos interesa y queremos que Daniel Salvador sea el vicegobernador nuevamente, no es un tema que volvemos a tratar o debatir”, insistió.
Según se escuchó, en el radicalismo analizan que la “presión” que se ejerció sobre el PRO “no resultó provechosa”, y hasta decodificada en la mesa chica de Vidal como un apriete.