En las últimas semanas, se reportaron varios hechos de violencia en escuelas de diferentes municipios de la provincia de Buenos Aires, generando alarma entre docentes, estudiantes y familias. Los episodios incluyen agresiones físicas entre alumnos, amenazas con armas blancas y ataques a personal docente y no docente.
Uno de los casos más resonantes ocurrió en una escuela secundaria de La Matanza, donde un estudiante ingresó con un cuchillo y amenazó a sus compañeros dentro del aula. En Quilmes, se registró una pelea entre alumnos que terminó con dos adolescentes hospitalizados. También se denunciaron situaciones similares en distritos como Lomas de Zamora, San Martín y Mar del Plata.
La situación provocó fuertes repercusiones en la comunidad educativa. Los gremios docentes expresaron su preocupación y reclamaron mayor presencia de personal especializado en salud mental y seguridad escolar. Las redes sociales también se hicieron eco, con padres y madres que exigieron respuestas urgentes de las autoridades provinciales.
Ante la escalada de violencia, la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires emitió un comunicado en el que repudió los hechos y afirmó que “la escuela debe ser un espacio de cuidado, aprendizaje y respeto mutuo”. Además, anunció la implementación de un plan de intervención integral, que incluirá capacitaciones para docentes en resolución de conflictos, mayor articulación con servicios locales de salud y seguridad, y la designación de equipos de orientación escolar en instituciones donde aún no se encuentran cubiertos.
Las autoridades también recordaron la existencia de la línea 102, destinada a la atención y orientación de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, e instaron a toda la comunidad a denunciar cualquier hecho que atente contra la integridad de los estudiantes y el personal educativo.
A pesar de las medidas anunciadas, tanto sindicatos como organizaciones civiles advierten que se necesitan políticas sostenidas y estructurales para frenar esta problemática que, lejos de ser aislada, refleja una creciente tensión social que se traslada a las aulas.

Amenazas de tiroteos en escuelas
En las últimas semanas, la Provincia de Buenos Aires se vio sacudida por la revelación de planes de ataques armados en dos instituciones educativas. En Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, un grupo de estudiantes de la Escuela de Educación Media N°4 creó un chat de WhatsApp titulado "Tiroteo escolar" para coordinar un ataque dentro del establecimiento. Los mensajes incluían detalles sobre el uso de armas y estrategias de ataque. Uno de los participantes escribió: "Después de que matemos a los demás hacemos un recorrido por la escuela para ver si quedó alguien con vida".
La situación fue descubierta cuando un estudiante alertó a sus padres, quienes notificaron a las autoridades. La Justicia intervino, ordenando allanamientos y estableciendo restricciones de acercamiento para los alumnos involucrados. Además, se implementó una guardia policial en la entrada de la escuela para garantizar la seguridad de la comunidad educativa.
Simultáneamente, en Mar del Plata, alumnos de sexto grado de la escuela Jesús María fueron descubiertos organizando un "tiroteo" a través de WhatsApp. En un video compartido en el grupo, un estudiante exhibía un arma de fuego mientras amenazaba a un compañero. La filmación llegó a los padres del alumno amenazado, quienes presentaron una denuncia. Como resultado, el padre de uno de los menores fue imputado por tenencia de arma.
Estos incidentes generaron una profunda preocupación entre docentes, familias y autoridades. La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires enfatizó la importancia de la escuela como un espacio de cuidado y aprendizaje, y anunció la implementación de medidas preventivas, incluyendo capacitaciones en resolución de conflictos y mayor presencia de equipos de orientación escolar.
La comunidad educativa insta a una colaboración estrecha entre familias, instituciones y organismos estatales para abordar las causas subyacentes de estos comportamientos y prevenir futuros incidentes que pongan en riesgo la seguridad en las escuelas.