Un hombre que se desempeñaba como mensajero y utilizaba una moto como medio de transporte, en la tarde del martes perdió esa herramienta de trabajo.
Cuatro salvajes delincuentes que se movilizaban en dos vehículos similares, lo asaltaron cuando llegó al domicilio de una pareja de jubilados y le entregó importante documentación.
El muchacho detuvo la moto sobre una acera de la calle Juan José Paso y a través de una enrejada ventana, le entregó un sobre al matrimonio que visita con frecuencia.
Sin descender del rodado el muchacho mantuvo un diálogo con la pareja y le aseguró que le faltaba poco para terminar la jornada: el reloj señalaba las 18:45.
En ese momento y a espaldas del trabajador, los sujetos a bordo de dos motos lo observaron pero siguieron de largo. Segundos después y tras recorrer unos pocos metros, los hombres dieron la vuelta en U y regresaron para robarle.
Dos motochorros subieron con el vehículo a la acera, frenaron junto al mensajero de manera sorpresiva y el que llegó como acompañante le apuntó al pecho con un arma de fuego.
El motoquero retrocedió y descendió del vehículo a pesar que, de forma llamativa, el ladrón le exigió que no se baje.
A continuación se sumaron dos cómplices y entre los tres lo saquearon con la modalidad piraña y le arrebataron el casco.
"Pará, estoy laburando", les pidió el mensajero.
Estas palabras provocaron que los malandras enloquezcan y en particular uno que le propinó demenciales y reiteradas trompadas en la cara.
Los gritos de uno de los hombres los ordenó y dio por terminado el brutal atraco en el que se llevaron la moto, un bolso con más sobres y documentación, además de algunos objetos de valor del trabajador.
Cuando los motochorros se alejaron del lugar a toda velocidad, tirando cortes similares a las detonaciones de armas de fuego, el hombre reapareció con el rostro cortado y sangrante, y le solicitó ayuda a la pareja dueña de casa.