La Dirección de Producción y Desarrollo Sustentable del municipio bonaerense de General Arenales, a través de su área de turismo, trabaja en la consolidación de un circuito turístico basado en el ocio y la cercanía, promoviendo los espacios verdes y naturales del distrito gobernado por la intendenta Érica Revilla.
Este enfoque responde a una tendencia que ha cobrado protagonismo en la última década en el interior de la provincia de Buenos Aires: la revalorización de los viajes cortos hacia pequeños pueblos, donde las tradiciones autóctonas y el contacto con la naturaleza se convierten en protagonistas.
Uno de los puntos destacados dentro de este recorrido es KM 95 Desvío El Chingolo, un enclave que permite reconectar con la esencia del campo a solo 20 minutos de la localidad cabecera. Accesible desde la Ruta 50 y atravesando unos 8 km de caminos rurales bien conservados, este sitio alberga la Capilla de la Virgen de Luján, un santuario con más de 140 años de historia.

El Chingolo es un paraje que evoca el espíritu de las antiguas comunidades rurales, recordado por los bailes en su club social, su estación ferroviaria, los torneos de fútbol y las jineteadas que, hasta el día de hoy, se reeditan en el establecimiento de la familia Giménez.
Sus tierras, antaño parte de los dominios de la familia Alvear, aún conservan la impronta de una época en la que la devoción religiosa y la vida comunitaria eran pilares fundamentales del día a día.
El objetivo de este circuito turístico es impulsar el desarrollo productivo local, ofreciendo una experiencia que integre naturaleza, historia y cultura. Lugares como La Cora, Las Mercedes, Don Alberto y La Teodelina, antiguas estancias de la región, también formarán parte de este recorrido, rescatando su legado y su conexión con el paisaje pampeano.

Desde el municipio se busca potenciar estos espacios como destinos de recreación y descanso, brindando a residentes y visitantes la posibilidad de disfrutar del aire libre, la gastronomía regional y el patrimonio histórico. De esta manera, General Arenales se suma a la tendencia creciente de apostar por un turismo sustentable, accesible y arraigado en la identidad bonaerense.