En la noche del viernes una familia de Rafael Castillo que había proyectado pasar un buen momento durante una salida nocturna, vio sus planes desbaratados apenas salió la de la casa y en menos de un minuto.
El hombre y dos mujeres abordaron el Ford Fiesta que habían sacado del garaje minutos antes y en ese momento un vehículo con seis ladrones les frenó adelante para cerrarles el paso.
El conductor sacó provecho de un pequeño espacio entre los rodados y con una ajustada maniobra bajó al asfalto pero uno de los ladrones, que se había colgado de la puerta de su lado, le hizo perder el control del Fiesta y lo obligó a parar tras recorrer unos metros sobre la calle Hilario de Almeira.
Tres de los cómplices se sumaron al ataque y forcejearon con la víctima a la que sacaron del habitáculo y lanzaron de cabeza al pavimento. Al mismo tiempo uno de los jóvenes delincuentes rodeó el auto y arma en mano se abalanzó sobre las mujeres que abandonaron el rodado y arrojaron las pertenencias al patio de una casa para evitar que se las arrebate.
A continuación un sujeto se acomodó en el Fiesta y el resto regresó al automóvil en el que llegaron. Lo que había sido un asalto sin mayores contratiempos tuvo un desenlace inesperado: el rodado no arrancó y no se dejó robar.
Sin más tiempo para perder, los violentos desistieron de sustraer ese vehículo y se alejaron en el que llegaron.
Pocos minutos después y a unas 15 cuadras, en el cruce de las calles Algarrobo y Ararat, la banda de pirañas atacó a una joven mujer y le sustrajo el VW Suran color blanco con el que continuaron el raid criminal por Villa Luzuriaga y localidades vecinas.
Hasta el momento el vehículo no fue recuperado y los maleantes continúan en libertad.