El robo de elementos de bronce es uno de los delitos más extendidos en los últimos años. Pasamanos y picaportes; placas recordatorias en estatuas y monumentos, también las que señalan domicilios de profesionales, son artículos casi extinguidos; a los medidores les reforzaron la protección para evitar el accionar de los rateros.
Ante la escases y la dificultad de obtener el valorado metal, un sujeto dobló la apuesta e irrumpe en los edificios de Lugano 1 y 2, en la Ciudad de Buenos Aires, para recorrer los diferentes pisos y sustraer los bronces instalados en las puertas.
La madrugada del miércoles, entre las 3 y las 4, el malandra ingresó en varias unidades ubicadas sobre la calle Racedo. Las cámaras de vigilancia instaladas por los vecinos lo grabaron cuando robó un picaporte e intentó arrancar un pasamanos que no pudo obtener.
A continuación quedó registrado cuando deambulaba por un piso de un edificio lindero. Esta situación tiene muy intranquilos a los vecinos que reclaman la detención del sujeto.
"Se llama Marcos, vive en el edificio número 13 del complejo", confirmó un hombre.
La preocupación de los propietarios e inquilinos de los departamentos es que el delincuente cometa un delito más grave que robar bronces: "hay muchas mujeres que viven solas y niños que en buena parte del día no están acompañados por adultos", señalan.
Los vecinos aseguraron que por el momento hay dos denuncias hechas: la primera por "tentativa de hurto" y la otra por "robo".
"Hay grabaciones, el tipo esta filmado y no se cubre la cara porque no le importa nada, es un fisura. Están identificados él y su domicilio, pero sigue libre. No se entiende, ¿tiene que pasar algo más grave para que la policía y la Justicia actúen?", preguntan los indignados habitantes de los edificios.