Un ciudadano peruano que en el último año fue arrestado por efectivos de la Policía de la Ciudad en tres ocasiones, en las últimas horas aceptó abandonar Argentina con la prohibición de regresar.
Carlos Javier Espinoza Abarca, de 26 años, fue imputado y detenido por vender estupefacientes en la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores.
El 8 de octubre fue el día de la última aprehensión, cuando agentes de la Comisaría Vecinal 7A le requisaron una importante cantidad de cocaína lista para la venta y dinero proveniente de su comercialización.
En esta ocasión, que fue la tercera detención en el último año, quedó a disposición de la Auxiliar Fiscal Cecilia Mollo, agente de la Unidad de Flagrancia Oeste.
La Justicia dispuso una audiencia con el imputado quien, el viernes 18 de octubre, arribó a un acuerdo con las autoridades y aceptó ser expulsado del país.
Voceros policiales informaron que Espinoza Abarca había sido detenido por el delito de narcomenudeo el 10 de julio, en inmediaciones de las calles Castañares y Mariano Acosta, a pocos metros del cementerio de Flores. Durante la requisa le encontraron más de un centenar de dosis de cocaína, pasta base y dinero.
El segundo arresto ocurrió el 20 de agosto, cuando lo interceptaron en un pasillo de la Villa 1-11-14 con cocaína y dinero.
Luego de la tercera detención en cuatro meses y por el convenio firmado entre Migraciones y el Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Seguridad, se determinó que el malviviente sea deportado y que no pueda retornar al país.
Con el convenio rubricado, el narcotraficante fue trasladado al Consulado de la República de Perú y luego la Policía de la Ciudad lo llevó al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, donde abordó un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino al aeropuerto internacional de Lima.
"En lo que va del año fueron deportados seis delincuentes: cuatro de nacionalidad chilena, uno de Uruguay y el último nacido en Perú”, afirmó Waldo Wolff, Ministro de Seguridad de la ciudad. “Seguimos trabajando junto a la Justicia y Migraciones para acelerar los procesos de extradición de aquellos que vienen a delinquir, en ese sentido va el convenio que firmamos el mes pasado con Migraciones y que está en funcionamiento. Estos delincuentes no podrán entrar a la Argentina nunca más”, cerró el ministro.