El conflicto entre el Sindicato de Trabajadores Municipales de Azul y el intendente local, Nelson Sombra (Unión por la Patria) entregó un nuevo episodio, luego de la movilización de los empleados semanas atrás, y ahora decidieron lanzar una nueva suspensión de actividades e instalar una carpa frente al palacio municipal para darle visibilidad a su reclamo.
Tras varios intentos fallidos de diálogo, los trabajadores de ese distrito bonaerense azuleño decidieron tomar medidas de acción directa para defender sus condiciones laborales.
Según informó Noticias de Azul, entre las principales denuncias del sindicato contra el intendente Sombra se encuentran la “reducción unilateral y autoritaria” de los salarios de casi 1.000 trabajadores municipales y el congelamiento de las paritarias que afecta a 1.800 empleados. Además, la paralización de la Junta de Calificaciones y Ascensos dejó a más de 200 trabajadores en situación de incertidumbre.
El sindicato también señala la “violación de ordenanzas vigentes relacionadas con el Hospital y Tránsito, el congelamiento de los pases a planta permanente previamente acordados, el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo y la desobediencia a una orden dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia”. Asimismo, denunciaron el “silencio” del intendente ante el conflicto de IOMA.
Los trabajadores decidieron avanzar con un paro total de actividades durante hoy martes 8, manteniendo únicamente los servicios esenciales, urgencias y emergencias.
Además, el sindicato anunció diversas acciones directas para visibilizar el conflicto y concientizar a la comunidad sobre las razones de su reclamo, incluyendo la instalación de una carpa en el veredón municipal durante la tarde de hoy.
Conflicto que escala
Vale recordar que, el último día hábil de agosto, el intendente Sombra dio una conferencia de prensa en la que declaró la emergencia económica, financiera y administrativa, en la que se estableció la reducción de la cantidad de horas laborales de los municipales, con lo cual se redujo el salario de los empleados, y se los puso a disponibilidad de recursos humanos, para que la dirección decida la distribución para evitar vacancias en la atención vecinal.
Frente a esto, el sindicato resolvió, como una de las primeras medidas, un cese de actividades de 72 horas que inició el lunes 23 de septiembre y una movilización junto a gremios de la Provincia hacia la municipalidad azuleña.